Paganismo a la venta

 Un interesante articulo, y tambien polemico, que he encontrado en FPI España,  lo posteo tal cual:

 Estrenaré este blog de una forma dura y contundente, tratando un tema que ha sido casi «tabú» en el mundo pagano durante muchos años. Muchos se sentirán ofendidos y, algunos otros, considerarán que como Coordinador Nacional de PFI en España no debiera hacer estas declaraciones. Y es que las personas que se pueden sentir atacadas por mis palabras tienen sus seguidores, pueden hablar mal de mi, de PFI España e influenciar a muchas personas en mi contra y, lógicamente, no quiero eso…   

    Muchos dirán que cada cual tiene su camino y su forma de trabajar por el Paganismo y que debo de respetar el de los demás. Que con sus actividades están difundiendo el Paganismo, dándolo a conocer a personas que, de otro modo, nunca lo hubiesen conocido..

    Existen multitud de excusas para «tolerar» a toda la sarta de vividores que se aprovechan de la falta de estructuras centrales del Paganismo para hacer su agosto con la religión. Yo solo he expuesto unas cuantas.
    Lo cierto es que la comercialización del paganismo es altamente perjudicial para el mismo. Primero, por que cuanto más depende una persona de un ingreso extra o si este se convierte en su fuente de ingresos principal, hará lo que sea para mantenerlo e, incluso, incrementarlo. La primera medida que se suele tomar, es el aprovecharse de la necesidad de ego, de atención y de sociabilización de las personas. Rápidamente te endulzan el oído diciéndote lo «mágico» y «especial» que eres. De repente, esas visiones y poderes místicos que te habías inventado o autosugestionado para llamar la atención del mundo, pasan a ser reales para alguien que se presenta delante tuyo como una figura de autoridad; además, hay con esa persona un corrillo de indivíduos igual de engañados que tu dispuestos a creerte también.
  Llegados a este punto empieza la Socioadicción. Sabiendo que te sientes integrado en el grupo, empiezas a saltar de un curso de iniciación a X a un taller de Y. Luego, el curso de X avanzado…    …los talleres nunca se acaban ¡y que suerte!, si se acabasen ya no tendrías excusa para formar parte de ese grupo maravilloso y sentirte integrado y ¿que importa si la mayor parte de tu dinero se esfuma?, ¿que más da si ahora tu vida se centra completamente en la magia, la mística, y ese nuevo grupo de personas maravillosas?, ¿que importa si dejas de lado a tus antiguos amigos, a tu familia, tus otras obligaciones?, ahora eres feliz, ¿verdad?

    ¿Que ocurre cuando alguien dentro de esos grupos despierta y se da cuenta de lo que realmente hay?, ¿cuando alguien se percata de que esos conocimientos místicos pude encontrarlos por doquier en librerías e Internet?, ¿que esos cursos empiezan a ni tener ningún sentido, que le están soplando el dinero?. En ese momento, ese individuo que presenta los primeros conflictos con el grupo es rápidamente demonizado por el resto, expulsado y abucheado. De repente ya no es ese ser mágico y especial, y cada uno de los miembros del grupo, entonces, ha pasado a tener graves problemas con el, problemas enormes que rozan o llegan a lo delictivo en muchos casos, problemas que no existían hasta que esa persona mostró individualismo; «¡que malo era!, ¿verdad?».
    Lo más gracioso del caso, es que estas personas expulsadas, abucheadas y calumniadas hasta la médula, suelen agachar la cabeza y desaparecer silenciosamente. De este modo, el negocio continua y no generamos esos conflictos que la gente tanto odia. Vive y deja vivir ¿verdad?.
La cuestión es que este y otros comportamientos parecidos se acaban conociendo. Las personas que comercializan de este modo la religión se publicitan de modo abierto, constante y visible para llamar la atención y lograr acólitos. En más de una ocasión aparecen en medios de comunicación, inclusive actos públicos, generando una opinión pública desfavorable y es fácil que sociólogos, estudiosos de las religiones y entidades de lucha contra el movimiento sectario (o de las sociodependencias) los localicen y «marquen» el paganismo mediante ellos.

Para los que trabajamos a favor del Paganismo pretendiendo lograr unos fines sociales, esta es una traba importante. El «¡Pero no hacen daño a nadie!«, el «cada uno tiene su forma de trabajar por el paganismo, ¿que más te da?», se tornan el falacia. Cuando dos personas comparten un espacio cerrado, una fuma y la otra no desea inhalar los humos tóxicos del tabaco, ¿que debe prevalecer?, ¿la libertad individual del fumador a destrozarse los pulmones y contaminar su área periférica? ¿o la del fumador pasivo que desea resguardar su salud de los tóxicos que exhala el fumador?. La respuesta es obvia, e igual de obvia es en el caso de la «lucha por el paganismo».
  La solución a esto es dejar de tolerar lo intolerable, dar un paso al frente y decir ¡Basta!. ¿Has estado un grupo de las características que he descrito?, ¡no te lo calles!, advierte al resto de la comunidad pagana, busca el apoyo de entidades como AIS e, incluso PFI España, denuncia si hay indicios de delito y, sobretodo, mantén tu dignidad como persona.

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