Libro de oro de Saint Germain

Esta es la Sagrada Enseñanza que el Ascendido Maestro Saint Germain ha dispuesto para esta Su Era de Oro, y que forma el Tercer Ciclo de Enseñanza de la Hermandad Saint Germain, después de lo cual el discípulo queda en conoci­miento pleno de su PRESENCIA «YO SOY».
Cuanto más estudies y medites el contenido de este libro, más protegido y más elevado serás, aunque también se te hace notar que el Amado Maestro no titubea ni usa ningún disimulo para ponerte en cuenta de los peligros y castigos que te acarreas si enfocas tu atención en leyes, pasos y vi­braciones inferiores a lo que El aquí te enseña.
Aquí están, pues, los Reglamentos Divinos. El cumpli­miento de estos Reglamentos depende de ti.

CAPITULO I

La vida, en todas sus actividades, dondequie­ra que ella se manifieste, es DIOS EN ACCIÓN. Es por la falta de conocimientos en la forma de aplicar el pensamiento-sentimiento, que los humanos es­tán siempre interrumpiéndole el paso a la Esencia de Vida. De no ser por esa razón, la Vida expresaría su per­fección con toda naturalidad y en todas partes.

La tendencia natural de la Vida es Amor, Paz, Belleza, Armonía y Opulencia. A ella le es indiferente quien la use y continuamente está surgiendo para manifestar de más en más su perfección, y siempre con ese impulso vivificador que le es inherente.
«YO SOY»

«YO SOY» es la actividad de la Vida. ¡Qué extraño es que los estudiantes más sinceros no siempre lleguen a captar el significado verdadero de esas dos palabras!

Cuando tú dices «YO SOY», sintiéndolo, abres la fuente de la Vida Eterna para que corra sin obstáculos a lo largo de su curso; en otras palabras, le abres la puerta ancha a su flujo natural. Cuando dices «Yo no Soy», tiras la puerta en plena cara de esta Magna Energía.
«YO SOY» es la plena actividad de Dios. Te he coloca­do frente a frente infinidad de veces la Verdad de «DIOS EN ACCIÓN». Quiero que comprendas que la primera expre­sión de todo ser individualizado en cualquier parte del Uni­verso, bien sea en pensamiento, sentimiento o palabra, es «YO SOY», reconociendo así su Propia Victoriosa Divini­dad.
El estudiante, al tratar de comprender y aplicar estas po­tentes, aunque sencillas leyes, tiene que mantener una guar­dia estricta sobre su pensamiento y expresión, ya que cada vez que uno piensa o dice «no Soy», «no puedo» o «no ten­go» está ahorcando la Magna Presencia Interior, consciente o inconscientemente y en forma tan tangible como si se co­locaran las manos alrededor del cuello de alguien; sólo que con respecto a una forma exterior el pensamiento puede ha­cer que la mano lo suelte en cualquier momento, mientras que cuando uno hace una declaración de no ser, no poder o no tener se pone en movimiento la energía ilimitada que continúa actuando hasta que uno mismo la ataja y transmu­ta la acción.
Esto te mostrará el enorme poder que tú tienes para cali­ficar, determinar u ordenar la forma en que quieres que ac­túe la gran energía de Dios. Y te digo, amado estudiante, que la dinamita es menos peligrosa. Una carga de dinamita sólo desintegrará tu cuerpo, mientras que;

LOS PENSAMIENTOS IGNORANTES LANZADOS SIN CONTROL NI GOBIERNO ATAN A LA RUEDA DE LA REENCARNACIÓN INDEFINIDAMENTE.

O sea que, mientras dure un decreto sin atajar, sin transmutar o disolver, conti­núa imperando per sécula seculorum, ¡y por disposición del propio individuo!
Por esto verás cuan importante es que tú sepas lo que es­tás haciendo cuando usas expresiones incorrectas impensa­damente, ya que estarás empleando el más potente y Divino Principio de Actividad en el Universo, o sea, el «YO SOY».
No comprendas mal. No se trata de una expresión o idea oriental, extranjera, vana, liviana, ni de ninguna exagera­ción. Se trata ni más ni menos que del más alto Principio de Vida usado y expresado a través de todas las civilizaciones que hayan existido. Recuerda que lo primero que toda for­ma de vida consciente de sí misma expresa, es «YO SOY». Es mucho más que «yo existo». Es después, en su contacto con lo exterior, con actividades incorrectamente calificadas, que él comienza a aceptar cosas menores que «YO SOY».
Ahora ves, amado discípulo, que cuando tú dices «yo es­toy enfermo» estás deliberadamente inviniendo la perfec­ción natural que encierra el proceso vital. ¿No ves que lo es­tás bautizando con algo ajeno que jamás poseyó?
A través de largas centurias de ignorancia e incompren­sión, la humanidad ha cargado de falsedad e irrealidad hasta la atmósfera que la rodea, pues no tengo que repetirte que cuando tú anuncias «estoy enfermo» es una mentira flagran­te respecto a la Divinidad. ¡Ella (YO) jamás puede ser sino Perfecta y llena de Vida y Salud!
TE PIDO, AMADO ESTUDIANTE, EN EL NOMBRE DE DIOS, QUE CESES DE EMPLEAR ESAS EXPRESIONES FALSAS RESPECTO A TU DIVI­NIDAD, PUES ES IMPOSIBLE QUE TENGAS LIBERTAD MIENTRAS CONTI­NÚES USÁNDOLAS. NO PODRÉ JAMÁS INSISTIR DEMASIADO CONTIGO EN QUE CUANDO VERDADERAMENTE RECONOZCAS Y ACEPTES LA MAGNA PRESENCIA DE DIOS «YO SOY» EN TU INTERIOR, POSITI­VAMENTE, CATEGÓRICAMENTE, NO TENDRÁS MÁS CONDICIONES AD­VERSAS.
En nombre de Dios te suplico que cada vez que te encuentres comenzando a decir o a comentar que estás en­fermo, pobre, o en otras situaciones adversas, instantánea­mente inviertas la condición fatal para tu progreso, y de­clares mentalmente, pero con toda la intensidad de tu «YO SOY», ya que Él es todo salud, opulencia, felicidad, paz y perfección. Cesa de darles poder a las condiciones ex­teriores, a personas, lugares y cosas. El «YO SOY» es el poder de reconocer la Perfección en cada uno y en todas partes.
Cuando piensas en la expresión «YO SOY», significa que tú ya sabes que tienes a Dios en Acción expresando en tu vida. No permitas que las falsas apreciaciones y expresiones continúen gobernándote y limitándote. Rememora constante­mente:
«YO SOY», POR CONSIGUIENTE SOY DIOS EN ACCIÓN;
«YO SOY» VIDA, OPULENCIA, VERDAD, MANIFESTADOS YA.
Así, recordándote esta Presencia Invencible, mantienes la puerta abierta para que ÉL (la Presencia «YO SOY») teja en tu manifestación exterior toda Su Perfección. Por Dios, no creas que puedes continuar usando decre­tos errados y que de alguna manera se van a enderezar y vas a manifestar cosas buenas, porque es imposible que eso suceda. En los hatos usan hierros para marcar con fuego a las reses. ¡Yo quisiera poder marcarte con un hie­rro que te fijara en la conciencia «YO SOY», y que no pudieras apartarte del uso constante de esa Presencia Grande y Gloriosa que eres!
EN CUANTO CUALQUIER CONDICIÓN MENOS QUE PERFECTA APA­REZCA EN TU EXPERIENCIA, DECLARA VEHEMENTEMENTE QUE NO ES VERDAD. QUE TÚ ACEPTAS SÓLO A DIOS, LA PERFECCIÓN, EN TU VIDA. CADA VEZ QUE ACEPTES LAS FALSAS APARIENCIAS, LAS TENDRÁS EX­PRESADAS Y MANIFESTADAS EN TU VIDA Y TUS EXPERIENCIAS.
Y no se trata de que tú creas o no lo que te estoy diciendo. ESTO ES UNA LEY.
Comprobada a través de eones de ex­periencia. Hoy te la entregamos para liberarte. Tú sabes que al mundo occidental le gusta engañarse con la idea de que le basta con no creer o no aceptar la antigua idea oriental de la brujería, para estar liberado de ella.
LA BRUJERÍA NO ES SINO EL MAL USO DE LOS PODERES ESPIRITUALES.
Los mismísimos que usamos para el bien. La peor clase de bru­jería es empleada hoy por la política, con el uso del poder mental mal calificado. Si esta misma tremenda fuerza fuera empleada en sentido inverso, o sea, para recordar que la Ac­ción de Dios está en cada persona que ocupa un puesto ofi­cial, el que la emplea en esta forma no solamente se libera­ría él mismo, sino que llenaría el mundo político de libertad y justicia y viviríamos pronto en un mundo natural en don­de la Acción de Dios sería imperante en todo momento. Como lo fue en Egipto lo es hoy. Aquellos que mal usan el poder mental, se atan ellos mismos a la inarmonía, encar­nación tras encarnación. Hazte tú el propósito:
YO NO ACEP­TO NI ADOPTO CONDICIONES DEL AMBIENTE AJENO NI DE NADA DE LO QUE ME RODEA. SÓLO DE DIOS, DEL BIEN, DE MI «YO SOY».
Necesitas adquirir el hábito de gobernar tu energía. Si no siéntate varias veces al día y aquiétate. Aquieta tu ser exterior. Esto permite que se te supla con energía. Apren­de a ordenarla y controlarla. Si quieres que ella (tu energía) esté quieta, manténte quieto. Si la necesitas activa, ponte activo.
TIENES QUE ENFRENTARTE A LAS COSAS Y ELEVAR­TE POR ENCIMA DE ELLAS.
El estudiante debe estar alerta para reconocer en sí mismo sus hábitos. No debe esperar que alguien se lo diga.
DEBE EXAMINARSE Y CORTAR TODO LO QUE NO SEA PERFEC­TO. LA FORMA DE HACERLO ES DECLARANDO QUE NO SE TIENE TAL O CUAL HÁBITO INDESEABLE. LUEGO, SIENDO YO CREACIÓN DE DIOS, SOY HIJO DE DIOS PERFECTO. ESTO TRAE UNA LIBERACIÓN QUE NO ES POSIBLE CONSEGUIRLA DE NINGUNA OTRA FORMA.
Mantenerse en viejas costumbres es como vestirse de ropa antigua. Recuerda:
NO DEBES ESPERAR QUE OTRO TE LAS RECUERDE. NADIE LO PUEDE HACER POR TI; DEBES HACERLO TÚ MISMO.

En este trabajo, en esta enseñanza y en esta radiación, todas las cosas viejas en el individuo salen para ser consumi­das. Antes de quejarte de cada cosa que experimentes en ti y en tu mundo, recuerda que vienen para que te las quites, para que las transmutes.

TEN CUIDADO DE NO FIJAR LA ATENCIÓN EN AQUELLAS COSAS DE LAS CUALES TE QUIERES LIMPIAR. Y ES RI­DÍCULO ESTAR RECORDANDO LAS COSAS QUE NO RESULTARON.
¿No es algo maravilloso que después de siglos que tienes construyéndote limitaciones, puedas en poco tiempo limpiarlas y liberarte por medio de tu propia atención y esfuerzo? ¿No vale bien la pena?
LA FORMA MÁS RÁPIDA DE LOGRARLO ES EM­PLEANDO HUMORISMO. LA SENSACIÓN LIVIANA Y CAMPANTE QUE DA EL HUMORISMO PERMITE HACER MARAVILLOSAS MANIFESTACIO­NES.
Si tú te empeñas e invocas la Ley del Perdón, puedes consumir todas las malas creaciones del pasado con la Lla­ma Violeta Transmutadora y ser libre. Debes estar cons­ciente de que la Llama Violeta es la Activa Presencia de Dios actuando.
CUANDO SIENTAS UN DESEO DE HACER ALGO CONSTRUCTIVO, HAZ­LO. EMPÉÑATE Y LÓGRALO, ASÍ SE CAIGA EL MUNDO. QUE VEAS O NO LA MANIFESTACIÓN NO TE DEBE PREOCUPAR.
Aún cuando los estudiantes sólo conocen las cosas inte­lectualmente, no deben permitir que sus mentes se la pasen regresando a las condiciones malas o erradas, ya que ellos saben que esa actividad les estropea el éxito. Es increíble que las personas no dominen este enemigo. Ningún estu­diante puede triunfar hasta que deje de regresar a las condi­ciones negativas que está tratando de superar.El trabajo íntegro de un Maestro es el de tratar de hacer­le comprender al estudiante lo que significa aceptar.
AQUE­LLO CON QUE EL INDIVIDUO ESTÁ DE ACUERDO MENTALMENTE, ESO ESTÁ ACEPTADO POR ÉL. SI ÉL FIJA SU ATENCIÓN EN UNA COSA, SE ES­TARÁ HACIENDO UNO O UNIFICÁNDOSE CON LA COSA. ESTARÁ IDENTI­FICÁNDOSE CON AQUELLO, MALO O BUENO. CUANDO LA MENTE ACEPTA O ESTÁ DE ACUERDO CON ALGUNA COSA O CONDICIÓN, EL IN­DIVIDUO ESTÁ DECRETANDO AQUELLO EN SU MUNDO.
Aquello que tú escuches o que medites con atención, es­tarás aceptándolo, poniéndote de acuerdo, identificándote con ello por virtud de tu atención. ¿Crees tú que un hombre que ve una serpiente cascabel enroscada camina deliberada­mente hacia ella para que lo muerda? ¡Por supuesto que no! Pues esto es lo que los estudiantes hacen cuando permiten que su atención regrese a los problemas.
La actividad interior gobierna de acuerdo con el Plan de Perfección. El exterior, cuando se le deja hacer, siempre go­bierna erradamente. Cuando un cuadro constructivo se ilu­mina en tu mente, es una realidad, y surge a la realidad siempre que tú lo mantengas en tu recuerdo. Es posible hacerse tan consciente de la Presencia de Dios, que en cual­quier momento se puede ver y sentir Su radiación derra­mándose en uno.
Para todo lo que él no quiere, el estudiante demuestra toda la confianza en el mundo exterior. Para todo lo que sí desea, debe obligarse a tener la misma confianza en lo espi­ritual. Debe siempre confiar en sí mismo, y debe pensar: ¿Cómo puedo yo usar las indicaciones que se me han dado para intensificar esta actividad?

CAPITULO II

CUANDO Jesús dijo: «Yo Soy la Resurrección y la Vida», emitió una de las más grandes expresiones que se puedan hacer.

Cuando El dijo «YO SOY», no se refería a la expresión exterior, sino a la Magna, Maestra Presencia del Dios Inte­rior, porque dijo repetidamente: «Yo de mi ser propio no puedo hacer nada. Es el Padre nuestro, el «YO SOY», el que hace las obras».
También dijo Jesús: «YO SOY el Sendero, la Vida y la Verdad», reconociendo así el único Poder: Dios en Acción dentro de Él.
También dijo: «YO SOY la Luz que ilumina cada hom­bre que viene al mundo», anunciando cada dicho de impor­tancia vital con las palabras «YO SOY». Una de las formas más poderosas de liberar el poder de Dios: Amor, Sabiduría, Verdad, y ponerlo en acción en la experiencia exterior, es esa declaración «YO SOY» en todo y en cualquier cosa que se desee.
Ahora vamos a referimos al dicho más poderoso de to­dos, tal vez uno de los más grandes que haya sido lanzado a la experiencia exterior por medio de la palabra:
«YO SOY LA PUERTA ABIERTA QUE NINGÚN HOMBRE PUEDE CERRAR».
¿Tú no ves cuán vital es esto? Cuando llegues a comprender plena­mente esas afirmaciones magnas, te darás cuenta de la gran­deza de su alcance.
CUANDO TÚ RECONOCES Y ACEPTAS PLENAMENTE EL «YO SOY» COMO LA MAGNA PRESENCIA DE DIOS EN TI, EN ACCIÓN, HABRÁS TOMADO UNO DE LOS MAYORES PASOS HACIA LA LIBERA­CIÓN.
Ahora bien, fíjate bien en la afirmación: «YO SOY la puerta abierta que ningún hombre puede cerrar». Si tú pu­dieras realizarlo, tienes la llave que te permite atravesar el velo de la carne, y llevando contigo toda la conciencia im­perfecta que hayas acumulado, la puedes transmutar, o ele­varla a esa perfección a la cual has entrado.
No podré jamás ponderar demasiado la importancia de meditar en el «YO SOY» todo lo más posible, como siendo la Magna, Activa Presencia de Dios en ti, en tu hogar, en tu mundo y en tus asuntos. Cada respiración es Dios en Ac­ción en ti. El poder de expresar tu pensamiento y tu senti­miento es Dios Activo en ti. Como tú tienes libre albedrío, es asunto tuyo calificar la energía que proyectas en pensa­miento y sentimiento, determinando cómo quieres que ac­túen para ti. Nadie puede preguntar: ¿Y cómo es que yo hago para calificar la energía? Todo el mundo conoce la diferencia en­tre lo destructivo y lo constructivo en pensamiento, senti­miento y acción.
El estudiante, al recibir esta instrucción, debe constante­mente analizar el motivo que lo impele para detectar si hay algún sentimiento de orgullo intelectual, de arrogancia o de testarudez en la mente y cuerpo exterior. Si hay algún deseo solapado de discutir o de probar que la instrucción está erra­da, en lugar de recibir la Bendición y la Verdad, el indivi­duo ha cerrado inconscientemente la puerta, y por el mo­mento ha anulado su habilidad de recibir el bien ofrecido.
También quiero recordarles a los discípulos, que no obstante sus opiniones personales respecto a lo que debe ser o no la Verdad, yo he comprobado a través de muchas centu­rias estas instrucciones condensadas que ahora les estamos dando. Si se quiere recibir mayor beneficio posible y obte­ner la comprensión que da la absoluta liberación, hay que oír con una mente enteramente abierta; con la conciencia de que el «YO SOY», la activa Presencia de Dios en ti, es tu habilidad certera de recibir, aceptar y aplicar sus limitacio­nes, la instrucción que se te está dando, acompañada por la radiación. Esto permitirá a todos los estudiantes compren­der estas sencillas, aunque magnas, aseveraciones de la Ver­dad, que los bendecirán y los liberarán grandemente.
Hace muchos siglos que se le repite a la humanidad:
«NO SE PUEDE SERVIR A DOS AMOS».
¿Por qué? Porque no existe sino una Inteligencia, una Presencia, un Poder que pueda actuar, y esa Presencia es Dios en ti. Cuando tú te vuelves a la manifestación exterior y crees en el poder de las aparien­cias, estás sirviendo a un dueño falso y usurpador que sólo encuentra una apariencia porque contiene energía de Dios, la cual está usando mal. Tu habilidad para levantar la mano y la vida que fluye a través del sistema nervioso de tu cuerpo es Dios en Acción. Amados estudiantes, traten de utilizar esta forma sencilla de recordar a Dios en Acción dentro de ustedes.
Cuando camines por la calle piensa por un momento:
«Esta es la Inteligencia Divina y el Poder que me hace ca­minar, y ésta es la Inteligencia que me dice a dónde voy». Verás que ya no es posible que continúes sin comprender que cada movimiento que hagas es Dios en Acción. Cada pensamiento en tu mente es Energía Divina que te permite pensar. Ya que sabes que éste es un hecho indiscutible (ya que no tiene discusión posible) ¿por qué no adorar y dar plena confianza, fe y aceptación a esta Magna Presencia de Dios en cada uno, en lugar de mirar la expresión externa que está calificada y coloreada por el concepto humano de las cosas?
Cada forma exterior no es sino una parte de la vida por medio de la cual cada individuo puede lograr saber el origen verdadero de su ser (esto lo aprende a través de su propia experiencia); luego vuelve a la plenitud de perfección de origen apoyado en la auto-conciencia que ha adquirido.
La expresión exterior de vida no es sino un constante y cambiante cuadro que la mente exterior ha creado, presumiendo ser el actor verdadero. De modo que la atención está constantemente fija en la apariencia externa que sólo con­tiene imperfecciones, y lo cual ha hecho que los hijos de Dios hayan olvidado su propia Divinidad, teniendo de nue­vo que regresar a ella.
Dios es el Dador, el Recibidor y el Don, y es el único Dueño de toda la Inteligencia, Sustancia, Energía y Opulen­cia que existen en el Universo. Si los hijos de Dios aprendie­ran a dar, únicamente por el gozo de dar, sea amor, dinero, servicio o lo que fuera, la expresión externa no podría care­cer de una sola cosa. Sería imposible.
Lo desafortunado en la humanidad, que ha causado tan­to egoísmo y condenación sin precedentes entre una y otra persona, es la insistencia en la posesión personal de las ma­ravillosas bendiciones de Dios. No hay sino un Amor ac­tuando, una Inteligencia, Poder y Sustancia en cada indivi­duo, y eso es Dios.
LA ALERTA QUE SE LE PUEDE DAR A CADA ESTU­DIANTE ES CONTRA EL DESEO DE RECLAMAR Y APROPIARSE PODER PARA SÍ ÚNICAMENTE.
Si en cada acto de la personalidad se le diera pleno crédi­to y poder a Dios únicamente, ocurrirían transformaciones increíbles en aquel que así le entrega todo el crédito a quien le pertenece. Raramente se ha logrado comprender la oferta y la de­manda. Positivamente hay abundante y omnipresente ofer­ta, pero la demanda tiene que ser estipulada antes de que la Ley del Universo le permita surgir a la expresión y uso del individuo. Individuo, ya que tiene libre albedrío, debe hacer la petición o la demanda conscientemente y con plena deter­minación, y ya verá cómo no puede dejar de expresarse no importa lo que sea, siempre que el individuo mantenga una conciencia resuelta y sin debilidades. La siguiente afirma­ción sencilla, usada con sincera determinación, le traerá al individuo todo lo que él pueda posiblemente desear: YO SOY la gran opulencia de Dios hecha visible en mi uso aho­ra y continuamente.
Elemento limitador que tantos estudiantes sienten es, por ejemplo, que ellos comienzan declarando la Verdad cuando usan la afirmación antes dicha, pero antes que hayan pasado muchas horas, si se analizan ellos conscientemente encontrarán que en sus sentimientos hay trazas de duda o temor. Estos dos sentimientos, naturalmente, neutra­lizan en gran parte la fuerza constructiva que traería rápida­mente el deseo o la demanda.
Una vez que el estudiante puede darse cuenta de que todo buen deseo es Dios en Acción impulsando Su energía hacia el pleno cumplimiento, y que es autosostenida, com­prenderá el amor sin límites, el poder y la inteligencia que posee y con los que podrá lograr cualquier propósito.
Con esta sencilla comprensión, la palabra fracaso sería completamente borrada de su mundo y, en poco tiempo, de su conciencia, porque vería que está manejando una inteli­gencia y un poder que no pueden fracasar. Así, estudiantes e individuos entrarían en su pleno dominio de acuerdo con la intención de Dios.
Jamás ha sido el propósito de nuestro gran Padre, todo Amor y Sabiduría, que a ninguno de ellos (sus hijos) les fal­tara nada. Es porque ellos permiten que se les fije la aten­ción en la apariencia exterior, la cual es como la cambiante arena del desierto. De manera que ellos consciente o inconscientemente se separan de la Gran Inteligencia y Opulencia.
Esta gran opulencia es la herencia de la cual todo el mundo puede disponer, siempre que se vuelvan de nuevo hacia el «YO SOY», el Principio Activo de Dios, eterna­mente dentro de nosotros mismos, como hacia la única fuente de vida activa, inteligencia y opulencia. A través de todas las edades han existido ciertas normas de conducta, necesarias para todo estudiante que desee al­canzar ciertos logros. Se trata de la conservación y gobierno de la fuerza vital a través del sexo.
Para el individuo que ha estado usando esta energía sin pensar en gobernarla, el hecho de decir «Yo voy a dejar esto», sin la comprensión de la actitud correcta de concien­cia, no sería sino simplemente suprimir un flujo de energía que él ha provocado que fluya en dirección diferente. Para el estudiante que desea gobernarse, va esta afirma­ción que es lo más eficaz de todo lo que se le pudiera dar, si la usa con comprensión. Es la Magna afirmación de Jesús:
«YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA».
Esta afirmación no solamente purifica el pensamiento, sino que es la fuerza ele­vadora y ajustadora más poderosa que se puede usar para la corrección de lo que es la más grande de las barreras a la al­tura del logro espiritual. Todo el que empiece a sentir el im­pulso interior de corregir esta condición, y que use la afir­mación continua y firmemente, elevará esta maravillosa co­rriente de energía hacia el punto más alto del cerebro, como fue originalmente proyectado. individuo sentirá su mente inundada con las más maravillosas ideas, con abundante po­der sostenedor, y con habilidad que sale a la expresión y uso para bendecir a toda la humanidad.
Yo le pido a cualquier estudiante que observe y ensaye los resultados en su mente y cuerpo. Sientan profundamente el dicho de Jesús: « YO SOY la Resurrección y la Vida», re­pitiendo tres veces en silencio o audiblemente, y observen el ascenso de conciencia que van a experimentar. Hay algunos que necesitarán varias repeticiones para sentir la elevación sorprendente que otros sienten a la primera vez. Esto les de­mostrará en una forma pequeña lo que se puede lograr con su uso continuo.
NO HAY SINO UNA SOLA MANERA DE LIBERARSE DE ALGO NEGATI­VO, Y ES QUE DESPUÉS QUE TÚ SEPAS EL ERROR QUE TIENES QUE SU­PERAR, QUITARLE TU ATENCIÓN EXTERIOR COMPLETAMENTE, FIJÁNDO­LA FIRMEMENTE EN LA MENCIONADA AFIRMACIÓN.
Cualquier condición de la experiencia externa que uno desee superar, lo puede lograr con el uso de esta afirmación, así como también para cambiar el flujo de la energía mal di­rigida. Yo tuve un estudiante que sintió el impulso de redirigir esta gran energía, y con el uso de esta única energía lo­gró ascender su cuerpo. En un año, una transformación ma­ravillosa se operó en toda su apariencia externa. Es increíble que de todas las afirmaciones que nos vienen de Jesús, y que no es sino una parte de lo que Él enseñó, tan pocos huma­nos reciban el tremendo impacto de esas maravillosas palabras de sabiduría.
En toda la historia del mundo no han sido dadas tantas grandes afirmaciones como las que Él enseñó, cada una de las cuales, usada conscientemente, contiene la radiación acompañante que Él logró. De manera que no solamente tienen ustedes este poder del «YO SOY», sino también su asistencia individual cuando usan Sus afirmaciones. Siem­pre se debe contemplar el verdadero significado de estas grandes afirmaciones del Maestro Jesús.
Cuando tú logras comprender que el pensamiento, senti­miento y expresión tuya del «YO SOY» ponen en acción el Poder de Dios sin límite alguno, entonces recibes lo que tú deseas. No debe ser ningún problema para el estudiante el ver y comprender que la apariencia externa no es sino la distorsionada creación del hombre, el cual está creyendo que en el exterior hay una fuente de poder aparte, cuando un momento de reflexión le hará realizar que no existe sino un solo amor, una sola inteligencia y un solo poder que puedan actuar, y que eso es Dios.
Los defectos humanos o las discrepancias externas no tienen nada que ver con la Perfección Omnipresente de Dios, ya que todo lo imperfecto es sólo creación del concep­to exterior humano. Si el hombre se volviera hacia su Yo Superior sabiendo que Este es Dios, sabiendo que Él es toda Perfección y que la apariencia externa no es sino creación humana, por el mal uso de su poder Divino; si él medita sinceramente y acepta la Perfección de Dios, verá en segui­da que en su vida y experiencia se manifiesta esta misma perfección.
No hay otra forma posible de traer esta perfección a tu mente, cuerpo y experiencia, sino por medio de la acepta­ción de la Gran Presencia de Dios en ti. Este reconocimien­to pleno hará que el poder interior proyecte dicha perfección de Dios a tu experiencia visible.
Dile a los estudiantes que yo te estoy enseñando como mensajero de la Verdad afirmaciones de la Verdad que te producirán resultados positivos si las usas y las mantienes sin titubeos. Los Metafísicos saben que la Verdad no les fun­ciona porque hoy hacen las afirmaciones y las olvidan du­rante toda la próxima semana.
El deseo de Luz y Verdad es la Presencia de Dios en el deseo, proyectándose hacia la acción. Para lograr ilumina­ción usa esta frase:
«YO SOY LA PLENA COMPRENSIÓN E ILUMI­NACIÓN DE ESTA COSA QUE QUIERO SABER Y COMPRENDER».
EL DÍA QUE SE ABRAN TUS OJOS Y VEAS ALGUNOS DE ESTOS MARA­VILLOSOS SERES ASCENDIDOS, EL GOZO TE DURARÁ PARA TODA LA ETERNIDAD. SI TÚ NO ACEPTAS LA VERDAD DE QUE TÚ TIENES LA HA­BILIDAD PARA LOGRAR ESTO, JAMÁS LO LOGRARÁS.
En el mismo momento en que tú expresas «YO SOY la Resurrección y la Vida», inmediatamente surge toda la energía de tu ser hacia el centro de tu cerebro, que es la fuente del ser individualizado. Yo no podré jamás ponderar demasiado el poder de esta afirmación. No hay límites para lo que puedes hacer con ella. Fue la que usó Jesús en sus más grandes pruebas. Debes saber que cuando tú decretas algo constructivo, es Dios el que te está impulsando a actuar. Es lo más tonto del mundo preguntar: «¿Y tú has comprobado esto en tu propia experiencia?» porque cada individuo tiene que comprobarlo por él mismo, o no le significará nada hasta que él mismo haga la prueba.
El sentimiento lleva consigo cierta visión coexistente. Uno, a menudo siente la cosa con tal claridad que verdade­ramente la ve desde la posición interna. A medida que entras en el estado ascendido, se manifies­tan simultáneamente el pensamiento, el sentimiento, la vi­sión y el color.
El sonido armonioso es tranquilo. Es por esto que la mú­sica más deleitosa es aquietante en sus efectos, mientras que la música ruidosa es enteramente opuesta. La humanidad debe ser informada de que los habitantes de las ciuda­des mueren y reencarnan en el mismo sitio muchas veces, porque han for­mado ligaduras que los atraen de nuevo al mismo ambiente. El estudiante que tiene que reencarnar debe dar la siguiente orden: «la próxima vez nace­ré en una familia de gran luz». Esto les abrirá la puerta con gran rapidez en su progreso.
CAPITULO III

Desde la radiación de la Gran Cintura Electrónica les proyecto estoy hoy; desde el corazón de la Ciu­dad de Orose proyectan los Rayos Gemelos so­bre los cuales están la palabra, la luz y el sonido.

El tiempo nos ha alcanzado rápidamente y debemos es­tar más despiertos respecto a los grandes cinturones electró­nicos que rodean toda la creación desde la Deidad hasta el individuo. La cintura electrónica que rodea la Ciudad de Oro es im­penetrable mucho más que lo que podría ser un muro de acero de muchos pies de anchura. Así, en un grado menor, el individuo que tiene suficiente comprensión del principio activo de su Ser Divino, puede rodearse de un círculo o cintura electrónica, la cual él puede calificar de la manera que se le antoje, pero ¡ay de aquel individuo que la califique des­tructivamente! Si alguno tuviera la temeridad de hacerlo, se encontraría que este cinturón de fuerza electrónica encerra­ría su forma exterior y la consumiría; pero aquellos que construyen y califican con sabiduría, con el amor grande de Dios, y con poder constructivo, se encontrarán moviéndose en un mundo intocado por la ignorancia humana.
HA LLEGADO EL PERÍODO CÓSMICO EN QUE AQUELLOS QUE HAN LOGRADO CIERTO GRADO DE COMPRENSIÓN DEBEN CREAR, APLICAR Y USAR ESTE MARAVILLOSO CÍRCULO ELECTRÓNICO.
Cada creación, que es acción autoconsciente, tiene este círculo de fuerza electrónica rodeándolo con toda naturalidad, pero hasta cierto grado su fuerza está descontrolada y, por consiguien­te, disipada. Al crear conscientemente este gran anillo de fuerza elec­trónica pura, detienes toda filtración de tu esencia ilimitada y la mantienes en reserva para uso directo y consciente. Después de unos meses de esta actividad creadora y cons­ciente dentro de este anillo electrónico hay que tener mucho cuidado al dirigir esta fuerza. Que no sea en ninguna otra forma que la del Amor Divino.
En los principios de la individualización del hombre, él estaba naturalmente rodeado de este círculo mágico; pero a medida que su conciencia iba descendiendo se hacían rasga­duras en el gran círculo de fuerza, causando filtraciones, hasta que desapareció. El círculo no fue una creación cons­ciente del hombre; era un círculo natural envolvente, por su
estado puro de conciencia.
Ahora los estudiantes de la Luz tienen que ponerse a la obra conscientemente, y sin titubeos crear este Círculo Elec­trónico en contorno a sí mismos, visualizándolo perfecto, sin quebraduras en su construcción. Así será posible cons­cientemente alcanzar más adentro en la Cintura Electrónica de la Divinidad, y allí recibir Sabiduría, Amor y Luz sin lí­mites, como también aprender la aplicación de leyes senci­llas por medio de las cuales, todo poder creador es posible. A pesar de que al estudiante le es recomendado mirar siem­pre, sin jamás olvidarlo, hacia su propio Ser Superior, crea­dor de su individualización, sin embargo, no se ha obtenido un solo logro en el cual no se haya dado la asistencia de aquellos más adelantados.
Como no hay sino un solo Dios, una sola Presencia y Su Actividad Todopoderosa, resulta que aquel más adelantado no es sino un poco más del Ser Divino en Acción. En este reconocimiento vas a comprender por qué es que puedes sentir «YO SOY aquí y YO SOY allá», puesto que no hay sino un solo Ser Divino en todas partes.
CUANDO EL ESTUDIANTE POR FIN COMPRENDA QUE LA ASCENDI­DA HUESTE DE MAESTROS NO ES OTRA COSA QUE SU PROPIA CON­CIENCIA MÁS ADELANTADA, ENTONCES VA A SENTIR LAS GRANDES PO­SIBILIDADES A SU ALCANCE, ASÍ SEA QUE SE DIRIJA A DIOS DIRECTA­MENTE, A UNO DE LOS ASCENDIDOS MAESTROS DE LUZ O A SU PRO­PIO «YO SOY». EN REALIDAD NO HAY DIFERENCIA, PORQUE TODOS SON UNO SOLO.
Pero hasta que no se llega a este estado de conciencia sí hay diferencia, porque el individuo es casi se­guro que sentirá una división del Ser Único, cosa que no es posible sino en la ignorancia de la actividad externa mental.
Cuando el estudiante piensa en esa expresión, exterior, debe en todo momento recordar que es la actividad externa de la INTELIGENCIA ÚNICA, guardándose así él mismo contra la división —en su propia conciencia— de este mag­no y único poder Divino centrado en él.
De nuevo debo recordarte que este Gran Poder Ilimitado de Dios no puede introducirse en tu uso exterior sino por virtud de tu propia invitación. No hay sino una sola clase de invitación que pueda hacer que fluya, y es tu sentimiento profundo de amor y devoción.
Cuando uno haya generado el Círculo Electrónico en contorno a sí mismo, no hay otro poder que lo pueda pene­trar sino el Amor Divino. Y en cuanto a penetrar en el Ra­diante, Candente Círculo de la Deidad, es sólo TU Concien­cia de Amor Divino lo que puede penetrarlo, y a través del cual la Deidad retoma su Gran Derrame, el cual te llega a través de Mensajeros tan Trascendentes que sobrepasan en tal forma tu concepto actual, que no es posible transmitirte en palabras la Majestad del Amor, Sabiduría y Poder de es­tos Grandes Seres.
Permíteme recordarte de nuevo que aquel estudiante que «ose y calle» se encontrará elevado a la radiante trascenden­cia de esta ESFERA INTERNA. Y será por medio de su vi­sión y experiencia que logrará comprender esto que te estoy diciendo. El Alma que posee suficiente fuerza para vestirse de su armadura de Amor Divino y avanzar, no encontrará obstrucción alguna, pues no hay nada entre su presente con­ciencia y esa Esfera de Magna Trascendencia Interna que obstruya el acercamiento del Amor Divino.
Cuando tú hayas mirado y tocado dentro de este Círculo Interno, vas a comprender cuan imperfecta es la presente expresión del Amor Divino. Una vez que uno hace concien­cia de estas Grandes Esferas, a las cuales uno puede llegar, se encuentra sin temor alcanzando más y más profunda­mente la radiación interior de ese Gran Eje Inteligente del cual han procedido toda Creación y todos los mundos.
Hay entre ustedes almas fuertes y valientes, que com­prenderán esto y que pueden usarlo para gran bendición propia y de los demás. Hay también otros que comprende­rán que la Presencia que late en cada corazón es Dios, que la esencia que surge para vitalizar la forma exterior es Dios en Acción, que la actividad que hace circular la sangre por todo el cuerpo es Dios. Entonces, Amado Estudiante, pon atención a lo siguiente: ¿No ves tú qué gran error es hundir­se en la ignorancia del ser exterior y sentir dolor, molestias, perturbaciones, todo creado por la ignorancia y actividad de ese ser, cuando unos momentos de meditación te harán reali­zar que no puede haber sino una Presencia, una Inteligen­cia, un Poder que es Dios actuando en la mente y el cuerpo?
¿Ves tú ahora cuán sencilla, aunque poderosa, es esta Conciencia dentro de ti, que puede soltar el pleno reconoci­miento de la Grande y Pura Actividad de Dios a la mente y el cuerpo, y que permite que la maravillosa y trascendente Esencia llene cada célula hasta derramarse? A mí me parece que tú no puedes menos que captar la sencillez de tu propio Ser Interno actuando en ti mismo. Vuélvete constantemente hacia Él. Ámalo, alábalo, ordéna­le que surja en cada célula del cuerpo, en cada necesidad de la actividad externa, en el hogar, con los negocios, etc.
Cuando tu deseo se proyecte revestido en la Presencia, Po­der e Inteligencia de Dios, no puede fallar. Tiene que traer aquello que tú necesitas o deseas, ya que el deseo no es sino una actividad menor que un decreto y el decreto es el reconocimiento del deseo cumplido. Yo te aseguro que no debes jamás tener ningún temor respecto al uso de este gran Po­der. Bien lo sabes tú sin que se te diga que si lo usas mal, ge­nerarás inarmonía. Si lo usas constructivamente, te traerá tales bendiciones que no puedes sino vivir alabando y dando gracias. Este Poder está esperando tu dirección consciente.
La persona que dijo un día bíblico: «¿Quién de vosotros puede con el pensamiento añadir un codo a la estatura?», ahogó la actividad y el progreso individual, ya que el pensa­miento y el sentimiento son el Poder Creador de Dios en Acción.
El uso incontrolado del pensamiento y el sentimiento han traído toda clase de discordias, enfermedades y moles­tias. Sin embargo, pocos son los que creen esto, y continúan creando caos en sus mundos con sus pensamientos y deseos desordenados cuando podrían, tan fácil como respirar, tor­nar a usar su pensamiento constructivo, y con el motivo del Amor, construirse un paraíso perfecto en un período de dos años.
Hasta la Ciencia ha comprobado que la forma exterior y el cuerpo interior se renuevan completamente en pocos me­ses; de manera, pues, que por medio de la aplicación de las leyes verdaderas del Ser ¡cuán fácil es causar la perfección del cuerpo exterior entero, y que cada órgano recobre su ac­tividad normal y perfecta en poco tiempo! Sería imposible que la inarmonía entrara en el pensamiento o en el cuerpo. Esta es la puerta abierta de Dios ante ti que ninguno puede cerrar sino tú; que nadie puede obstruir ni interferir. Usa valientemente tu dominio y poder Divino y sé libre.
No puedes mantener esta libertad perfecta sino por me­dio del conocimiento consciente y aplicado. Te voy a dar un secreto, que si fuera comprendido por el individuo iracundo o discordante lo arrancaría de esa actividad destructiva, aunque no fuera sino por un motivo puramente egoísta. La persona iracunda, condenadora, que envía pensamientos y palabras destructivas hacia otra, recibe de vuelta la cualidad negativa con que cargó sus sentimientos, palabras y pensa­mientos. En cambio, la otra, si está estabilizada en su poder Divino, recibe la energía que le haga falta, calificándola. Así el creador de discordias a través de su ira y condenación, se está destruyendo él mismo y a su mundo y asuntos.
He aquí un punto vital que deben comprender los estu­diantes. Cuando uno conscientemente busca alcanzar el Círculo Electrónico Interior de Dios, hace de su expresión y actividad exterior un canal incesante para el flujo de la Esencia pura que le viene de la Divinidad. Esto en sí, aun­que él se conserve completamente silencioso, es uno de los más grandes servicios, conocido por pocos seres que están conscientes de lo que significa para la humanidad.
Aquel que está tratando de alcanzar el interior del Círcu­lo Interior electrónico llega a ser un manantial continuo; y la propia radiación es una bendición para la raza humana.
Así, centuria tras centuria, han habido aquellos altruistas mensajeros de Dios a través de los cuales es derramada, para la bendición de los que no comprenden, la Presencia Eleva­dora de esa energía fluyente. Cuando se encuentran uno o más que puedan ser un canal para esta gran presencia acumulada, semeja los primeros goteritos de una filtración en una represa. A medida que se mantiene firme la conciencia, y a medi­da que se aumenta la brecha en la represa, mayor volumen de agua pasa y, al final, toda obstrucción es eliminada y se proyecta íntegra la fuerza para ser utilizada.
Al contrario del agua estancada que se desborda, disi­pándose porque no tiene dirección, el Poder Divino, así sol­tado, va directamente al canal de conciencia más receptivo, y allí se amontona esperando la oportunidad de manifestar­se más y más.
Así, el estudiante de la Luz, aparte de su actividad en dispensar la Verdad, se convierte, como quien dice, en un pozo artesiano de cuyas profundidades fluye esta magna esencia de Dios.
LOS ESTUDIANTES DEBEN EN TODO MOMENTO RECORDAR QUE NO IMPORTA LO QUE HAYAN COMETIDO EN ERRORES. DIOS JAMÁS CRITI­CA NI CONDENA, SINO QUE EN CADA TROPIEZO DICE DULCE Y AMO­ROSAMENTE «LEVÁNTATE, HIJO, Y COMIENZA DE NUEVO, CONTINÚA ENSAYANDO HASTA QUE LOGRES LA VERDADERA VICTORIA Y LA LIBER­TAD DE TU DOMINIO DIVINO».
Siempre, cuando uno se hace consciente de haber come­tido un error, el primer acto debe ser invocar la Ley del Per­dón y pedir fuerza y sabiduría para no repetir el error una segunda vez. Dios, todo amor, tiene una infinita paciencia y no importa el número de nuestros errores siempre se puede decir «elévate y sube al Padre». Tal es el amor y la libertad en que los Hijos de Dios tienen el privilegio de actuar. No hay sino un solo proceso invencible, evolucionador y es a través del poder de generar conscientemente el Amor Divi­no. El Amor, siendo el eje de toda vida, cuanto más lo use­mos conscientemente, más fácil y rápidamente libraremos el magno Poder de Dios que, como una gran fuerza acumula­da, siempre está esperando una apertura para proyectarse por nuestra propia conciencia.
Por primera vez en muchas centurias, los faros o rayos de la Ciudad Dorada, situada en el Plano Etérico sobre el Desierto de Sahara, están puestos en operación activa sobre América y la Tierra toda. Puede que haya algunos indivi­duos que puedan ver estos Rayos sin saber lo que significan. El hombre no puede seguir pensando que puede conti­nuar generando fuerzas destructivas y seguir sobreviviendo. Aquellos que pueden esparcir el conocimiento del Círculo Electrónico, ya no deben ser privados de sus beneficios. Que lo divulguen junto con la alerta.
Usa esta afirmación:
«YO SOY LA ACTIVIDAD CUMPLIDA Y EL PODER SOSTENEDOR DE TODA COSA CONSTRUCTIVA QUE YO DESEE».
Úsalo como un decreto general, porque el poder sostenedor está en todo lo que existe. «YO SOY» aquí y «YO SOY» allí, decretado en todo lo que quieras lograr, es un estupen­do decreto para usar la Única Actividad y para elevarse por encima de la conciencia de separación. Encima de los principales desiertos existen ciudades etéricas. Más arriba del desierto de Arizona está la ciudad etérica de Juan, el Discípulo Amado. Hay otra sobre el desierto de Sahara, otra sobre el desierto de Gobi y otra en Brasil, que es la ciudad etérica de la América del Sur.

Conde de Saint Germain

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