Ogham – por Marta Vey

Fege Find (Ventana de Fion) del In Lebor Ogaim

OGHAM

El alfabeto céltico Ogham se encuadra dentro de la mística de la cultura celta. Debido a su singularidad,  se dice que el Ogham  fue un regalo del Dios Ogimos=Ogma,  el Dios de la elocuencia, miembro del  pueblo de los  Tuatha de Danaan.

 

 

 

Alfabeto Ogham

El origen de Ogham es un completo misterio. No se sabe donde ni cuando apareció, ni en que momento se empezó a usar.  Julio César, que vivió en el siglo I aC, menciona el uso del  Ogham  por los druidas de la Galia,  pero los arqueólogos no han encontrado tallas de Ogham anteriores al año 300 o 500 de la era común  (parece ser que fue usado entre los siglos III al VI d. C). Este lapso de tiempo del cual no hay referencias oghámicas es un misterio, pero es  aún más misterioso que no se hayan encontrado restos de Ogham en Francia.

Pero…..¿Qué sabemos sobre el alfabeto Ogham y la gente que lo utilizaba?

 

En un principio, el alfabeto Ogham constaba de veinte caracteres, a los que tarde se añadieron  algunos caracteres adicionales mucho más complejos. Los caracteres recibieron nombres de árboles o plantas y se diseñaron específicamente para ser tallados en piedra y madera. A partir de una línea, que solía ser el borde de la pieza de madera o  piedra, se tallaban los caracteres. Los escritos en ogham se leen de abajo hacia arriba o, en algunas raras ocasiones, de derecha a izquierda.

La necesidad de una línea implicaba una importante limitación  para este alfabeto, dada la imposibilidad de realizar extensos escritos que fueran medianamente manejables con esa escritura. Esto podría justificar el hecho de que esta escritura se encuentre básicamente  en lápidas o piedras de límites.  Las piedras de limites, unos pilares de piedra que miden desde 1.80 hasta 2.70 metros, son muy comunes en Irlanda y Gran Bretaña. También se han encontrado inscripciones de ogham en España, aunque no es un hecho común.

Aunque hay quien cree que existía algo parecido a un táball-lorg, o “asociacion de poetas”, no hay ninguna prueba, ni siquiera indicios, de que el Ogham se utilizara en la poesía o para la adivinación o propósitos mágicos. Por el contrario, sumando la observación de Julio César,  no hay  evidencias de que el Ogham fuera usado alguna vez por los druidas o bardos. Julio César  dio dos razones por la que los druidas tenían aversión a la escritura: en primer lugar, compartir sus conocimientos en forma escrita pondría en peligro su prestigio y estilo de vida;  los druidas no eran magos en el sentido popular del término. Eran hombres con grandes conocimientos, con una profunda educación e inteligencia. En segundo lugar,  tenían miedo de  perder su notable capacidad para recordar,  que ejercían memorizando conocimientos, historias y poesías.

EL ORIGEN DEL OGHAM

Hay varias teorías sobre los orígenes de Ogham. Algunas de ellas son pura exageración, mientras que otras no coinciden en absoluto con los descubrimientos arqueológicos y con lo  que sabemos acerca del Ogham.

Una teoría realmente inverosímil es la que dice que el Oghamn se inicio como una especie de lenguaje de signos. Esta idea esta basada en que las incisiones de ogham tienen un máximo de cinco líneas, como los dedos de la mano. Otra teoría que equipara el ogham con la aparición de las runas futhark germánicas, que aparecieron alrededor del 1000 de nuestra era, es incompatible con la datación del ogham.

Aunque geográficamente las islas británicas están alejadas de Grecia, se considera que el alfabeto griego podría tener relación con el ogham. Se sabe que existió un comercio activo entre  los celtas de Irlanda y los griegos, lo que implica también un intercambio de ideas y filosofías. Si observamos de cerca las muescas del Ogham, éstas se asemejan a surcos;  existen ejemplos que relacionan la escritura común griega con los surcos provocados por la labranza de un campo. (por cierto, la palabra griega para denominar “surco” es Ogmo). Esta teoría está apoyada también por el hecho de que algunos de los caracteres están asociados con árboles que existen en Europa Central, pero no en las Islas Británicas.

Es bastante acertado suponer que los celtas utilizaron el alfabeto griego, del cual derivo el nombre del  alfabeto Ogham, como base  para desarrollar los caracteres  Ogham en una época temprana,  en algún lugar de Europa Central,  y que con el tiempo llegó a la Galia, donde fue observado por Julio César para pasar,  finalmente, a las Islas Británicas. Una buena pregunta podría ser  ¿por qué no se encuentran mas ejemplos de Ogham en el continente europeo, excepto en casos aislados? ¿Quizá esta escritura mística inspiró tanto temor a los Romanos que se  inició una eficaz “caza de brujas” que tuvo como consecuencia que la gran mayoría de inscripciones Ogham fueran destruidas? A pesar de que no hay evidencias de esta teoría, no deja de ser curioso que  las inscripciones Ogham se encuentren en zonas libres de  influencia romana.

Con la llegada del cristianismo, el uso de Ogham  se consideró un legado pagano, y poco a poco cayó en desuso. Gracias al Libro de Ballymote, del siglo XIV, al que se considera la piedra Rosetta de Ogham, y a las piedras Ogham halladas, los investigadores fueron capaces de traducir Ogham.

Un último apunte; el ogham no es una traducción símbolo-letra, si no que es una traducción símbolo-sonido. La magia, por denominarla de algún modo, vive en el sonido……

El Ogham y el Calendario Celta

Actualmente existen varios sistemas de horóscopos, zodiacos, calendarios y sistemas de adivinación que claman ser de herencia celta. Aunque en el campo del esoterismo y la mística cada cual es libre de emplear el método con el que se sienta más cómodo, en el mundo de la realidad histórica, ninguno de esos métodos son lo que afirman.

El auténtico calendario celta

Sólo ha llegado hasta nosotros un calendario celta anterior a los tiempos en que se adoptó el de origen romano: el calendario de Coligny.

El calendario de Coligny tiene una base lunar, con meses que corresponden a el paso de una Luna a otra, para corregir las desviaciones que ocurren entre el año solar y las fases de la Luna, cada varios años se incluye un mes extra; el calendario de Coligny es tanto solar como lunar.

Cada día dentro de los meses viene señalado como apropiado o no, no hay una idea clara sobre qué podría significar esto o en qué campo se aplicaba, muchos lo toman como días de “buena/mala suerte”.

Aunque tenemos los nombres de todos los meses, no hay un consenso sobre su significado ya que el idioma gaélico continental de aquella época y de esa zona no ha llegado hasta nosotros; por ello,  las traducciones se hacen por asociación con los lenguajes gaélicos actuales más  posibles préstamos griegos y romanos. Por ejemplo, el mes de Samonios, que muchos lo asocian al mes de Noviembre en Irlanda (samhain) y a la fiesta del mismo nombre, está en contraposición al mes de Giamonios. La complicación está en que la raiz *sam significa “verano” (Samhraidh) y *giiamo “invierno” (Geimhridh). Asi pues, resulta que en las islas británicas, Samonios puede referirse al verano y Giamonios al invierno…

Robert Graves, el ogham  y los árboles

El modelo actual de “calendario celta arbóreo” fue prácticamente inventado por el escritor e historiador Robert Graves, quien lo reseño en su conocido libro “La Diosa Blanca”.Este libro tuvo bastante repercusión entre muchos románticos celtas y los modernos seguidores del paganismo, aunque en realidad es un trabajo poético y no histórico. Ni siquiera Charles Graves, abuelo del autor y auténtico conocedor del ogham, estaba en absoluto satisfecho con el trabajo de su nieto en este campo.

Graves se basa en una idea del anticuario Edward Davies, según la cual los celtas debían tener un calendario anual de 13 meses y cada mes debia estar asociado a un árbol. Graves lo definió y asoció cada árbol a una fid (letra individual) del alfabeto ogham. Graves también afirma que estos 13 meses se corresponden con los 13 signos del zodiaco en astrología

Las bases reales del ogham arbóreo

Aunque no existe ningun “calendario” u “horóscopo” arbóreo heredado de los celtas antiguos, sí que existe relación entre el alfabeto ogham y los árboles.

Existen textos como el Auraicept na nÉces (El manual del académico”) o el In Leabar Ogaim  (“Libro de los Ogams»), donde los nombres de muchos feda (letras en plural) son nombres de árboles, aunque no todas las feda reciben su nombre de estos.

En realidad se asume que las listas y relaciones de palabras que aparecen en los textos con cosas es un recurso mnemotécnio o de organización (también hay quien tiene la teoría de que son códigos secretos), y no sólo se asocian a árboles, si no que existe también el ogham de los colores, de los animales, etc. De hecho, cada “académico” al que iba destinada la obra podía crear sus conjuntos de objetos para recordar con el ogham.

Aunque el Auraicept na nÉces no es un trabajo sobre magia o misticismo, en varias leyendas y baladas se describe el uso del ogham dentro de hechizos y para la construcción de amuletos. También es interesante tener en cuenta el poder que se les concedía a los bardos y poetas en Irlanda y otras regiones celtas, siendo los herederos espirituales de una tradición pagana cuando hasta druidas y vates habían desaparecido ya, por tanto no es descabellado asumir que el Auraicept na nÉces pudiera tener mensajes ocultos para aquel que sepa leerlos.

De esta forma queda bastante claro que, aunque el “calendario celta arbóreo” no es real, nuevas formas de interpretación de las “runas celtas” sí que tienen una base auténtica y son perfectamente aceptables.

Fuente: http://asarlaiocht.blogspot.com

Un comentario

  1. Muy Interesante!!!! me gustaria publicarlo en mi web, como me comunico con la autora?

    Gracias y felicitaciones por tan buena web!

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