Eda poética de Odín

150608_4608247277774_466371094_n
Sé que colgué de ese árbol barrido por el viento,
meciéndome durante nueve largas noches,
herido por mi propia espada,
ensangrentado para Odín,
yo mismo una ofrenda para mí mismo:
atado al árbol
del que ningún hombre conoce
hacia dónde corren sus raíces.
Nadie me dio pan,
nadie me dio agua.
Hacia los abismos más profundos me asomé
hasta que avisté las Runas.
Lanzando un rugido las tomé
para luego caer, aturdido y débil.
Gané bienestar
y sabiduría también.
Crecí y me regocijé con mi crecimiento:
de palabra en palabra
fui guiado hacia otra palabra,
de una acción hacia otra acción.

      Del antiguo escandinavo
      La Edda poética (1200 D.C.)

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.