La Lilith astronómica

En el principio era la Gran Diosa, y la Diosa era la Tierra, y la Tierra era la Diosa.Los orígenes del culto de la Gran Diosa permanecen ocultos en el borroso crepúsculo de los tiempos prehistóricos. La Diosa imperó durante centenares de miles de años. A través del tiempo, la Diosa Madre fue derrocada y expulsada, y el triunfo del más patriarcal de los arquetipos -Yavé, Dios Padre, Alá- se perfeccionó en los mundos judaico, cristiano y musulmán. A algunos aspectos de la Diosa Madre se les permitió sobrevivir en la forma domesticada de María, Madre de Dios. Algunas Vírgenes Negras de antiguos santuarios todavía dan testimonio de la Diosa Madre.

La figura de Lilith representa un aspecto de la Gran Diosa. En la antigua Babilonia, fue venerada como Lilitu, Ishtar o Lamastu. La mitología judía la pone en reinos más oscuros: un demonio perverso de la noche, una apropiada compañera de Satán, que yace en espera de hombres y asesina niños.

Lilith - Sumerian Relief

La Lilith astronómica

La Luna describe una trayectoria elíptica alrededor de la Tierra. Una elipse tiene dos puntos focales, y el otro punto focal no ocupado por la Tierra ha sido llamado Luna Oscura, Luna Negra o Lilith. Esta es una definición un tanto simplificada, puesto que, realmente, la Luna y la Tierra se mueven ambas alrededor de su centro común de gravedad, y la trayectoria de la Luna no es una elipse exacta sino más bien irregular. Es necesario distinguir entre la órbita media de la Luna, que es una lenta elipse alargada, y la órbita real, que oscila alrededor de la órbita media, debido a interferencias de distintas clases. Así como hay un Nodo Lunar «medio» y «real», así también hay una elipse «media» y «real» y una Lilith «media» y «real». Escribo «real» entre comillas porque el Nodo de la Luna sólo es «real» unas dos veces al mes, cuando la Luna se encuentra realmente en él, pues el resto del tiempo es tan «irreal» como el Nodo medio. De hecho, cuando se trabaja con un punto tan cercano a la Tierra, uno también debería tener en cuenta el gran paralaje, o sea, considerar desde qué punto de la Tierra uno observa realmente un punto dado del cielo. La Astrología observa los planetas geocéntricamente, como si fuera desde el centro de la Tierra, y no topocéntricamente, desde el punto de vista real del observador.

Luna oscura

La Luna Oscura ha sido definida también como el apogeo de la órbita Lunar, o el punto de la órbita más alejado de la Tierra. Ambos puntos, el apogeo y el segundo punto focal, están en el eje mayor de la elipse orbital, la línea de ápside. Vistos desde la Tierra están en la misma dirección, y por lo tanto ocupan el mismo lugar en el Zodíaco. El segundo punto focal se encuentra a una distancia de unos 36.000 km de la Tierra, y el apogeo a unos 400.000 km. Aparte de esto, ambas definiciones pueden considerarse como equivalentes. Como la órbita de la Luna se mueve hacia delante continuamente en el espacio, la Luna Oscura se mueve a lo largo del Zodíaco a unos 40º por año. Una revolución completa tarda ocho años y diez meses.

Lilith en la Carta
El símbolo empleado para representar a Lilith es una luna negra, opuesto al que se emplea para la Luna real. Lilith se incluye en los gráficos de las cartas tipo 2.AC. Algunos otros gráficos, como los 2.AT, muestran a Lilith en la tabla de las posiciones planetarias.

La interpretación de Lilith
«Durante mis años de práctica astrológica, he llegado a emplear la Luna Oscura en todos mis análisis de cartas astrales, como complemento de la interpretación de la Luna. Nunca se me ocurriría ignorar esta influencia. La Luna Oscura describe nuestra relación con lo absoluto, con el sacrificio como tal, y muestra cómo nos desapegamos. En tránsito, la Luna Oscura indica alguna forma de castración o frustración, a menudo en las áreas del deseo, una incapacidad de la psique, o una inhibición general. Por otra parte, muestra dónde nos cuestionamos a nosotros mismos, nuestras vidas, nuestros trabajos, nuestras creencias. Siento que esto es importante, puesto que nos da la oportunidad de «desapegarnos» de algo. La Luna Oscura muestra dónde podemos dejar que la Totalidad fluya dentro de nosotros, sin atravesar un «Yo» en el camino, sin levantar un muro en forma de ego. Al mismo tiempo, no indica pasividad: al contrario simboliza la firme voluntad de estar abierto y confiado, de dejar que el Mundo Trascendental fluya a través de uno, confiando enteramente en las grandes leyes del universo, en aquello que llamamos Dios. A fin de prepararnos para esta apertura, la Luna Oscura crea un vacío necesario».

(Joëlle de Gravelaine in «Lilith und das Loslassen», Astrologie Heute Nr. 23)

Fuente: astro.com

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