La Diosa Fortuna

¿Existe algo que llamamos suerte? ¿Por qué algunas personas parecen haber nacido con un talento especial que, más allá de su capacidad o dones, obtienen resultados exitosos en todo lo que emprenden? ¿Por qué hay otros que por el contrario, dan la impresión de ser víctimas de un destino funesto, que pese a sus esfuerzos, siempre van dirigidos al fracaso?

Si hay algo que siempre imploramos en los momentos más críticos de nuestras vidas, eso es a la diosa Fortuna, cuando emprendemos un nuevo camino en la vida siempre pensamos que ojala tengamos suerte y consigamos nuestro objetivo.

Para los romanos, Fortuna es la diosa de la suerte, buena o mala, aunque siempre se tendió a asociarla con lo bueno -lo fasto- y la fertilidad, de modo que la adversidad ha pasado a ser casi sinónimo de infortunio o “algo desafortunado”.

Su alegoría solía ser la rueda de la fortuna, una especie de ruleta que significaba el azar o lo aleatorio de la buena o mala suerte; en cuanto a representación de su aspecto positivo, solía figurársele con la cornucopia.

Unida a Fortuna estaba la Ocasión, a veces confundida con la propia Fortuna, la cual se representaba casi totalmente calva, ya que una buena Fortuna era entendida como de una ocasión difícil de atrapar, como difícil es tocar los cabellos de alguien que es calvo. En otras representaciones Fortuna aparecía figurada de un modo semejante a la Justicia con los ojos velados o con un timón ya que pilotaba la suerte de la humanidad.

Fortuna era casi siempre considerada fasta (“afortunada”, positiva para la gente), pero se distinguían con adjetivos sus otros posibles aspectos: Fortuna Dubia (Fortuna Dudosa), Fortuna Brevis (Fortuna Breve) y Fortuna Mala. La diosa Fortuna era la más caprichosa del Olimpo, al menos esa es la creencia que todos tenían.

Su culto lo introdujo el Rey Servius Tullius en Roma y le estaba consagrado el roble. A cada niño que nacía se le entregaba un trozo de roble y puesto que el roble representa a la diosa Fortuna, el recién nacido tendría suerte en su vida. El 11 de junio era el día de su fiesta y se la considera hija de Júpiter y de Juno.

Y ya sabéis, la suerte consiste básicamente en sentirse afortunado.

fuente: http://78cartas.com/tag/dioses/

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