EVANGELINE ADAMS

Es difícil encontrar mujeres sobresalientes en la historia de la astrología como lo fue Evangeline Adams. Fue una astróloga que se ganó el respeto de todo el mundo y contribuyó a popularizar la Astrología en América.

Procedente de la misma familia que dos presidentes de los EE.UU., John Adams y John Quincy Adams, Evangeline Adams nació el 8 de febrero de 1868, a las 08:30, en Jersey City (Nueva Jersey), EE.UU. Se interesó por la astrología siendo muy joven.

Evangeline comenzó a practicar astrología en Boston, donde vivió hasta 1899. Entonces decidió trasladarse a vivir a Nueva York para alcanzar una mayor proyección.

Corría el año 1914 y su fama había crecido tanto que un día quisieron poner fin a su trayectoria, aprovechando que la astrología era una práctica ilegal en Nueva York. Fue arrestada por la policía y llevada ante un tribunal acusada de «predecir la fortuna». Pero, entonces, sucedería algo que engrandecería aún más su figura.

Ante el tribunal, Evangeline dijo que pretendía legalizar la astrología en ese estado y explicó su postura racional ante tal materia, y al final pidió que se le permitiese demostrar la validez de su amada ciencia. El juez accedió y le dio los datos de «Mr. X». Mientras ella hacía sus cálculos y empezaba la interpretación, los periodistas hacían guardia en las puertas del juzgado, dada la celebridad de Evangeline.

La sala de justicia estaba totalmente en silencio mientras el juez Freschi prestaba atención. Al final, el veredicto del juez fue el siguiente: «La procesada eleva la astrología a la dignidad de ciencia exacta… En su lectura del horóscopo, actúa a través de una mecánica absolutamente matemática para llegar a sus conclusiones. Ella dice que la astrología nunca se equivoca, aunque los astrólogos sí, y que si las figuras son correctas, la información dada será correcta… Cuando la procesada prepara el horóscopo no viola ninguna ley». Además, el juez añadió que la interpretación hecha por Evangeline del horóscopo le dio a él mismo «una nueva comprensión de la personalidad de Mr. X». Este enigmático personaje resultó ser el hijo del juez.

Evangeline siempre vio la astrología como una ciencia y estaba en desacuerdo con quienes la trabajaban como un arte. Todos estos puntos de vista eran bastante revolucionarios para entonces, lo que la convertía en un personaje bastante singular. Como dato curioso, para ella era vital el primer encuentro con un cliente, hasta el punto de calcular el Ascendente de ese momento y superponerlo a la carta astral del cliente, integrándolo en la interpretación.

Escribió cuatro libros: «Astrología, tu lugar en el Sol»; «Astrología, tu lugar entre las estrellas»; «Astrología para todos» y «El cuenco del cielo». En este último libro dice: «Pero el horóscopo no debe dictar sentencia… Da consejo. Señala lo bueno y lo malo. Las tendencias podrán ser inevitables; los hechos serán lo que los individuos hagan de ellos… El hombre puede ser el maestro de su destino.»
Durante muchos años escribió una columna en un periódico y tenía un programa de radio que se emitía tres veces por semana, por el que recibía unas mil cartas cada día de los oyentes. Su influencia sobre el desarrollo de la astrología en EE.UU. fue enorme. Durante sus 40 años de intenso trabajo atendió por igual a ricos y pobres. A su muerte, acontecida el 10 de noviembre de 1932, fue honrada con un funeral digno de cualquier estrella de Hollywood.

Fuente: Vicente Cassanya  (www.astrologiaparaserfeliz.com)

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