El Carro

El simbolismo de esta lámina concuerda exactamente con las ideas que debe
expresar. Sobre un carro de forma cúbica, cubierto por un dosel de color azul
tachonado de estrellas y sostenido por cuatro columnas, avanza un triunfador
coronado con un círculo, sobre el cual relumbran tres pentagramas de oro.
Este símbolo reproduce, en un nuevo orden de ideas, el arcano 1 y el 22. Las
cuatro columnas corresponden a los cuatro animales del arcano 22 y a los cuatro
símbolos del arcano 1; expresan el cuaternario en todas sus acepciones.
El triunfador —que ocupa el centro de los cuatro elementos— es el hombre que
ha vencido y que dirige las fuerzas elementales; esta victoria se halla confirmada
por la forma cúbica del carro, como asimismo por los pentagramas que coronan al
iniciado.
El triunfador ostenta sobre su coraza tres escuadras superpuestas. Lleva sobre
las espaldas el «urim» y el «thumin» del soberano sacrificador, figurado por los dos
crecientes; esgrime el cetro terminado por un globo, un cuadrado y un triángulo.
En el frente del carro se halla el lingham indio sobre el cual se divisa la esfera volante
de los egipcios. Dos esfinges, una blanca, la otra negra, se hallan
enganchadas al carro.
Tal es la representación del septenario sagrado en todas sus manifestaciones. El
nombre «iod hé vau hé» está representado en la parte delantera del carro por el
globo alado para indicar que el septenario da la clave total del Tarot. Las dos
esfinges corresponden a los dos principios: activo y pasivo. El triunfador
corresponde sobre todo a la «espada» y a la «vau» del nombre sagrado.
La 7a lámina del Tarot muestra la influencia de la creación en la conservación, de
lo divino en lo humano. Representa también la «iod» o el Dios del segundo
septenario.

El Dios del 2° septenario
El hombre como función del Dios creador.
EL PADRE
La ley del 29 septenario.
LA REALIZACIÓN
(reflejo del poder)
El hombre del 2° septenario.
La naturaleza haciendo funciones de Adán
.
LA LUZ ASTRAL
Apenas se opera el pasaje de un mundo al otro, vemos surgir la misma ley del
primer septenario. El tercer término de esta serie será el reflejo del primero, así
como el segundo término de la primera serie reflejaba también aquél. No
obstante, como el segundo septenario constituye el término medio de los otros
dos, hallaremos en el fondo de todos estos arcanos la idea de mediación o
equilibrio. Es precisamente lo que nos mostrará la octava lámina.

Fuente: Papus el tarot de los bohemios.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.