Dagda

Esta divinidad es denominada por diferentes nombres, según el área celta donde se la mencione. Es, por tanto, una deidad pan-céltica, como muchas otras del panteón céltico. Así en Irlanda, se la conoce como Dagda o Dagdá, en Gales como Daghdé, en la Isla de Man como Daghdha y en el continente como Sucellos, especialmente en la Galia y en la Keltiké hispana (España).A excepción de este último nombre, los demás parecen derivar del término dagdêvos que vendría a significar deidad múltiple o polifacética. En gaélico, un antiguo fragmento llamado “La Elección de los Nombres” nos dice que el nombre significaba “Dios Bondadoso” al mismo tiempo que comenta que era un Dios de la Tierra. También se le designó como “Daghdha Mor”, (el Gran Dagda).

El Sucellos celta galo e hispano es imaginado llevando un mazo o martillo en su mano izquierda. Su propio nombre significa “el que golpea con eficacia o fuerte”. No hay demasiados datos sobre sus atribuciones, si bien los conocidos coinciden con los del Dagda. Se asemeja en las propiedades del mazo, pues dependiendo con que lado de éste golpea, da la vida o resucita o la quita, se asemeja también, en ser un Guardián de la Tribu o comunidad. Coincide en ser un dios de la abundancia, pues Sucellos es representado en ocasiones con una mano derecha portando una taza, (símil al caldero del Dagda) y otras veces con un trozo de pan. Posteriormente con la romanización, se confundió con el Silvanus romano, dejando paso a éste en todas las zonas invadidas, aunque con ciertas reminiscencias galas, que resurgieron cuando el Imperio Romano empezó su descomposición.

Sucellos fue imaginado también como el Dagda, vestido de túnica corta, reflejando al mismo tiempo autoridad y benevolencia, si bien este Dios paternal de la Galia y Keltiké, se representa barbado y ataviado más a la forma común gala. El cristianismo, sin embargo, arrasó con Sucellos, como hizo con El Dagda e incluso con el romano Silvanus.

Volviéndo a El Dagda, observamos que posee otros nominativos tales como Padre de Todos, “Eochaid Ollatayr” o “Ruahd Ro-Fheasach” Pelirrojo de la Gran Ciencia o “Aedh (Fuego)”, lo que hace del Dagda una tríada divina y mítica, al puro estilo druídico.

Es y fue el Dios más venerado por los propios druidas, pues es druida él mismo. Señor de los elementos y de la sabiduría y adivinación, maestro de la música, artes, poesía y elocuencia, excelente guerrero, dios sencillo y apacible, que tiene como función garantizar el pasaje por los diferentes ciclos de la vida y de ésta al Otro Mundo.

En la segunda batalla de Mag Thuiredh fue notable su actitud valerosa y guerrera para derrotar junto a los otros Dé Dannan a los opresivos Fomoré. Sus certeros golpes arrasaron filas compactas de enemigos fomorianos. Su lanza de guerra, arrastrándola dibujaba surcos en la Tierra, tan amplios y hondos como los límites fronterizos que separan las provincias de Irlanda.

Sin embargo, su talante candoroso pero al mismo tiempo astuto queda patente en la historia que cuenta como, cuando los fomorianos desembarcaron en Erin, poco antes de la última batalla, él acudió como embajador pero con la hábil táctica de ganar un precioso tiempo para que el ejército daneano se preparara para el inminente combate. Los fomorianos lo recibieron con fingida cortesía y le dieron alimento. Echaron gachas de avena y leche en un pozo(80 galones, dice la leyenda) y le instaron a tomarlo todo, bajo pena de matarlo. Él, de una forma apacible, sin amilanamiento alguno, tomó un cucharón donde cabían dos personas de la de nuestro tamaño, y rebañó hasta el último pedazo y gota de leche que habían vertido en el referido pozo.

Su lugar de residencia es el Brug na Boyne (Morada sobre el río Boyne), en la cual se encuentra el túmulo funerario de New Grange. Este lugar, además, y esto ha sido comprobado arqueológicamente, sirvió como cementerio real de la época histórica, para los reyes celtas irlandeses de los primeros 4 siglos de la Era Común, o incluso se apunta la hipótesis de haber sido necrópolis de las poblaciones prehistóricas previas a los establecimientos de los primeros celtas.

Cuando el cristianismo se impuso sobre el druidismo, diversos monjes cristianos, que fueron antiguos druidas o descendientes de druidas y celtas paganos intentaron conciliar sus antiguas leyendas aún queridas y añoradas con las enseñanzas del dogma cristiano. Ejemplo de esto los hay numerosos, y una de los más conocidos es el denominado Libro de las Invasiones o Lebar Gabala del siglo XI, que relata como el Dagda y otros dioses, convertidos ahora en hombres jefes o guerreros mortales, murieron antes de la llegada de los hijos de Milé.

Este nombre del río mencionado, como “Boyne”, se debe al homenaje que se hizo en la leyenda irlandesa hacia Boann, esposa del Dagda , que desobedeció el “geis”, que prohibía a cualquier Dios acercarse a un determinado pozo mágico.

Boann fue perseguida por las aguas del pozo en rebeldía, al romper ésta el “geis”, alcanzada y transformada junto a esta riada de aguas, en corriente fija como río. Con Boann, el Dagda tuvo uno de sus hijos más emblemáticos, el conocido Oengus Mac Og, dios del amor entre los celtas, que fue concebido y parido el mismo día.

El referido río Boyne, que se formó con la conjunción de las aguas del pozo y la diosa Boann como se ha referido, es muy conocido y popular en la leyenda irlandesa, pues junto al original pozo cohabitaban 9 avellanos mágicos dándole sombra. Las avellanas que daban eran de color carmesí y poseían la virtud de que quien las comía, entraba en conocimiento súbito de toda la sabiduría conocida. Solamente un ser poseía este privilegio, el conocido “Salmón de la Sabiduría”. Cuando las aguas del pozo se rebelaron contra Boann y se esparcieron formando con ella el referido cauce, los salmones vagaron nadando por su seno, y uno de ellos fue el que comió posteriormente y casi accidentalmente el famoso Finn Mac Cumhaill, dirigente posteriormente de los Fianna, adquiriendo a través de este salmón toda la sabiduría.

Dagda, es un dios Total, hábil artesano, temible guerrero, druida supremo, el cual posee un caldero mágico donde puede revivir a los muertos en la batalla y por tal hecho se le adjudica el sobrenombre de “ Dispensador de la Vida.

El pueblo celta se lo imaginó como a un anciano de aspecto venerable, de gustos sencillos pero gran luchador y guerrero, con túnica muy corta parda, y manto con capucha, cabello echado hacia delante gris y arrastrando un enorme garrote o maza depositada en un carro de 4 ruedas que se hubiera necesitado 8 humanos para transportarla.

Esta maza por un lado, cuando golpeaba, revivía a los muertos y por el otro los enviaba definitivamente al otro Lado. Tambien se decía que un magnífico caballo negro, llamado “Acéin u Ocean” era su compañero. Dagda es el realizador de grandes proezas bélicas y aventuras. Se cuenta que en una ocasión capturó con su mano a un ser de 100 piernas y 4 cabezas, llamado “Mata”, arrastrándola hasta la “Piedra Benn”, cerca del río Boyne y que allí la envió a Otro Plano de existencia.

Como Dios símbolo, también de la fertilidad, abundancia y regeneración, la imagen que emana a veces incluso en paradoja, es pensada como entidad algo grotesca y oronda que come cantidades exorbitantes de comida, pero por el contrario, a pesar de ese aspecto algo jocoso y en ello reside la paradoja, es el Dios Padre de la Tribu y como tal venerado con supremo e intenso respeto.

Aludiendo a esta imagen simbólica de fertilidad, se le emparejó con diversas diosas, una de ellas ya mencionada fue Boann, pero otra fue, nada menos que la propia Morrigan, furia de las batallas. Con este emparejamiento, el cual según cuenta la leyenda ocurrió a horcajadas sobre un río, se vinculaba a toda la tribu representada por El Dagda con la seguridad y protección que deseaban las gentes para su comunidad, que simboliza La Morrigan entre otros variados atributos que posee la Diosa.

Dagda posee un Arpa Mágica con la cual controla el inicio y final de las estaciones celtas, esta Arpa, se dice que la obtuvo del Mundo Superior. La llevó a Tara, igual que el mencionado Caldero Mágico de la Abundancia, llamado “Undri”, que se ha traducido como” Húmedo”, traído desde la fabulosa ciudad de Murias, Es uno de los mejores tesoros divinos de los Tuatha dé Danann en el cual hay alimento en proporción a los méritos de los que pretendan nutrirse de él. Posteriormente sirvió de modelo para que los cristianos lo transformaran en el Santo Grial.

Hay un curioso incidente en la leyenda irlandesa con respecto a esta arpa.

Cuenta la leyenda que en la segunda batalla de Mag tuiredh, que el arpero del Dagda, con el arpa incluida, cayó prisionero de los fomorianos. Uno de los hijos de El Dagda, Oghma y el heroico Lugh ayudaron a El Dagda a recuperar la asombrosa Arpa, para ello fueron en su búsqueda, llegando hasta el salón de banquetes del palacio submarino de sus enemigos. Allí vieron como el arpa colgaba de la pared y Dagda con sus potencialidades, la llamó y ésta rápidamente se descolgó por sí sola y voló hasta las manos del legítimo dueño, matando en el trayecto a 9 fomorianos. El Dagda usó una poderosa invocación como llamada que rezaba así:

“¡Ven dulce murmuradora!
¡Ven cuerpo de armonía de cuatro ángulos!
¡ ven verano, ven invierno!
¡ de las bocas de arpas, bolsas y gaitas!”.

Otra traducción ,sin embargo, lo cuenta así:

¡Ven Roble de los dos gritos!
¡Ven mano de música cuádruple!
¡Ven verano, ven invierno!
¡Voz de arpas, fuelles y flautas!

Ésta última versión parece mejor traducida ya que el arpa tenía dos nombres: “Roble de los dos gritos” y “Mano de Música Cuádruple”. En cuanto a la referencia a la gaita de la primera traducción, la gaita no fue tan tempranamente conocida en Irlanda. Muy a pesar de lo que pudiera pensarse la gaita o cornamusa no tiene su origen en los pueblos celtas. El origen de la gaita se muestra muy difuso en el tiempo, siendo que las primeras noticias de su existencia se remontan al siglo VIII antes de la Era Común, ubicándose en el norte de La India, y mucho después fue conocida como uno de los instrumentos o variantes de ese intrumentos, favoritos del melómano emperador romano Nerón

Cuando el dios Dagda recuperó de nuevo su arpa, tocó en ella las tres nobles cuerdas, que cualquier gran maestro del arpa debía dominar, los acordes de la risa, del llanto y los del sueño. De esta manera provocó una enorme risa, luego llanto y por último sopor entre sus enemigos y merced a esto pudo huir sin contratiempos.

Como Dios primigenio masculino, es hijo de Dana y Bilé (Belenos). Padre de numerosa descendencia, de sus hijos, entre los más importantes citaremos: A la Diosa Brigitt, al dios Oghma, al dios Mider, llamado el Orgulloso, dios del submundo, a Angus Mac Og, el joven Dios más seductor de toda la mitología gaélica, exponente de la belleza y el amor y por último a Bodb El Rojo que sucedió a su padre como gobernante de los dioses Danann.

Sin embargo, a pesar de ser un dios primigenio no fue líder de los daneanos hasta bastante tardíamente. Primero como jefe daneano se conoce al famoso Nuada (Nudd en Gales, Nodens entre los britanos). Después a Bress, medio fomoriano, medio daneano, como el mismo linaje de Lugh, y luego fue El Dagda, desde su retirada a los sidhs, después de perder la batalla contra los milesianos, hasta hoy.

Como Padre de los Dioses, fue él quien distribuyó los diferentes sidhs a los dioses y luego por propia voluntad cedió su liderazgo.

Desde esta derrota, pasando por el dominio del mundo celta por el cristianismo, los dioses antiguos, han sido conducidos hacia el anonimato y el olvido. En el folcklore de nuestros días, especialmente en Irlanda, ellos son el pueblo de las colinas o “aes sidhe” y han sido relegados a la condición de duendes y hadas.

Lugh por el contrario, fue el líder del ejército dé Danann gracias a que Dagda le otorgó este privilegio, después de la segunda batalla de “Mag Tuiredh”.

Cuando los hijos de Miled conquistaron a los dioses Danann, algo casi exclusivo de nuestra mitología en comparación con otras. Sin embargo, no los habían sometido completamente, merced justamente, a los poderes del Dagda. Los humanos milesianos debieron pactar con los dioses, pues el propio Dagda, se encargó de perjudicarlos mientras no firmaran una especie de armisticio y tratado beneficioso para ambas partes: Dioses y Hombres.

De esta forma en Irlanda, no se podía plantar maíz ni beber leche de vaca, sin el consentimiento de El Dagda. El pacto se realizó pues los daneanos consintieron en retirarse a los sidhs o palacios subterráneos, en las profundidades de la Tierra, o debajo de las colinas, que normalmente permanecían invisibles para los ojos humanos y que el mismo Dagda se encargó de distribuir entre los suyos. (sin embargo algunos dioses prefirieron exiliarse). A cambio, consiguieron ser homenajeados y venerados por el pueblo de Miled y sus sucesores. Desde aquella época la Tribu de la Diosa Dana, recibe el nombre de “aes sidhe”, donde cada dios es un fer-sidhe y cada diosa una bean-sidhe.

Textos: Lolai Faol.

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