La razón de la Magia. Ensayo escrito por Arghuicha, Taniquetil y Astralaya © (traducción y adaptación Enkidu) Sacred Well – Tradición GREENCRAFT 2ª Parte

  1. El concepto Crowleyano de la Magia.

Alister Crowley fue el primero en introducir un nuevo elemento en el sistema de magia que inventó: la “Voluntad”. Por primera vez fue sugerido que el resultado  mágico pudiera depender no sólo de un procedimiento correcto (que siempre es extremadamente importante con Crowley) sino también de “la intensidad de la intención”. Podemos constatar la resonancia puesta sobre la “Voluntad” en el código moral de la moderna Iglesia de Satán “haz lo que desees” y en el diferente código moral de la Wicca “haz lo que desees, si no daña a nadie”.Aleister_Crowley_OTO

Comparemos el concepto “jurídico” de la magia renacentista y el concepto Crowleyano de “Voluntad”» con dos doctores, uno desfasado y otro moderno. El desfasado cree que todo de lo que se tiene necesidad para curar a un paciente es un diagnóstico correcto y una prescripción correcta: si el paciente “desea” o no ser curado realmente, si “cree” o no en el tratamiento, eso es inconsecuente, la medicina hará el trabajo. El doctor moderno es consciente, además, de la importancia en la formare con la que el paciente “experimenta” el remedio: a veces un placebo puede curar un paciente. Algunos pacientes que debían haber muerto, viven y prosperan.

Ejemplos en Wicca Gardneriana y Alejandrina :

Existe un tabú con relación a la magia de sanación, no debe ser practicada a menos que ésta sea pedida expresamente por la persona que debe ser sanada.

Existe una creencia general que dice que la magia tendría más “oportunidades de éxito” si hay una “intensidad” fuerte, a veces es considerada incluso más importante que el seguir el procedimiento con exactitud.

  1. El concepto Greencraft en Magia.

En el seno de la tradición Greencraft, existe un elemento suplementario que es crucial, aunque las ideas antiguas no sean ignoradas:

1) Las Técnicas, los procedimientos, las fórmulas mágicas, pertenecen a nuestra tradición y no deben ser obviadas.

2) La intensidad de la intención esta considerada como crucial.

Pero estos dos conceptos pueden ser realizados por la “alta magia”, “magia ceremonial” y es en el tercer concepto en que el elemento mágico de la “Naturaleza” o “baja magia” juega un papel central.

3) La alianza de los hijos de Cerridwen (The Covenant of Kerridwen’s children).

Allí donde, entre los antiguos magos, la relación entre lo humano y lo divino era de naturaleza “jurídica”, entre nosotros se basa sobre una “alianza” y una “amistad”  que es el vínculo (la complicidad) entre los diferentes niveles de la creación.

En el seno de la tradición Greencraft, tenemos por sagrado el Acuerdo (Covenant) entre todos los hijos de la Gran Madre y entramos en contacto con los Árboles, los Animales y las Piedras. La fuerza vinculante de este Acuerdo es el Amor.

El teólogo católico, el jesuita Teilhard de Chardin, vió a la creación compuesta por entidades cada vez más complejas. Fue el primero en poner atención sobre el hecho de que la palabra francesa “aimant” (imán) significa “amante: el que ama”. Según su concepto, la atracción magnética que “siente” un trozo de metal por otro de magnetita (un imán) es, aunque primitivo, una forma de amor. El amor que siente una loba por sus lobeznos es una forma más compleja de esto. El amor que pueda sentir un ser humano por otro es siempre más complejo y el amor de dios es el más complejo de todos.

En otras palabras, de la misma forma que la creación entera es una parte de la manifestación de lo divino en la materia, lleva así el amor, la fuerza omnipresente que mantiene unida la creación.

En la Tradición Greencraft enseñamos esto, si empleamos una técnica compleja de magia ceremonial o cualquier otra técnica simple de las brujas curanderas del campo, el resultado estará considerablemente aumentado por nuestra “intensidad de intención”, nuestra “Voluntad”. Pero esta “intensidad de intención” estará realmente aumentada por nuestros “sentimientos” directos sobre la persona para quien hacemos la magia, por nuestro “amor” hacia esa persona. Si, además, amamos a alguien, que alguien nos sea muy querido (puedo ser yo mismo, un hombre, un árbol, un animal o una piedra), más fuertes serán nuestra “intensidad de intención”, nuestra “voluntad”, nuestro deseo y mayor nuestro envío de ayuda.

El verdadero objetivo de los Treewalks (los paseos del árbol) que practicamos en Greencraft, no consiste en otra cosa que poner en práctica la Alianza entre le practicante Wiccano y las energías de los Árboles. Yendo al reencuentro con los Árboles aprenderemos a conocerlos como seres materiales y como “campos mórficos”.

Y aprendiendo a conocerles, pondremos un vínculo entre ellos y nosotros, una Alianza en la que la energía reunificadora es el amor. Y, como aprendemos a conocerlos, ellos aprenderán a conocernos. Una vez que hayamos entrado en contacto con ellos, podremos pedirles ayuda en magia. Es la contrapartida “natural” de la presentación “ceremonial” (ritual) del iniciado en los cuatro cuartos.

En el presente, en la mayor parte de los grupos paganos postmodernos, el concepto de “dominar, someter y castigar a los espíritus rebeldes y los demonios”, está superado. Desgraciadamente esto ha sido reemplazado por “os invitamos, sed agradables por favor ¡oh gentiles espíritus! Que podáis consagrarnos una parte de vuestro tiempo”. Esta especie de insensatez no tiene nada que ver con el amor, pero es una desdichada herencia de la religión monoteísta que apareció bruscamente  entre los esclavos del Imperio Romano.

De hecho, podemos dar un ejemplo de amor en la época de este Imperio: Cayo Julio Cesar era, entre otras cosas, un genio militar. Era uno de esos raros generales romanos que sabían que la mayor victoria residía en el hecho de tener la menor cantidad posible de percances entre sus soldados. Eran “sus muchachos”, eran “los hijos de César” y él les amaba como ellos le amaban. Los integrantes de la legión X, los valientes veteranos de numerosos campos de batalla, lloraron cuando rechazó a llamarles “mis hijos”. Pero cuando Cesar dio una orden, no se situó por encima de ellos: “sed amables, por favor” o “a vuestra conveniencia”.

Otro ejemplo se encuentra en la forma en que los padres educan a sus hijos (al menos, aquellos que continúan haciéndolo). Hay una gran variedad de estrategias posibles, pero se debe tener compasión de estos niños que no han aprendido nunca han tenido disciplina, sus posibilidades de supervivencia serían, en efecto, muy pobres en la mayor parte de este planeta.

Así pues, la forma en la que nos aproximamos a nuestros aliados, los Espíritus de los Elementos, los Árboles, los Animales, las Piedras, no debe ser ni una “orden”, ni una “súplica”. Debe ser la forma en la que os acercáis a un amigo, a un amante, a un aliado. Y también deben aprender en esta relación: aprender quien somos y que somos verdaderamente serios respecto a la Alianza (Convenant).

Ahora, en este contexto, es posible hacer nuevamente una distinción entre:

1) La magia ceremonial (la implicación de herramientas mágicas, diagramas astrológicos, vestido de ceremonia, fórmulas mágicas que deben aprenderse de corazón y pronunciadas sin farfullar, en un momento preciso del día o de la noche, etc.).

2) La magia No ceremonial / magia natural (desarrollándose con lo que se tenga a mano: una pluma encontrada, una raíz o la ramita de una planta, una concha o una piedra, una inspiración súbita).

Y nos permiten incluir en cada categoría, dos formas:

  1. Alta Magia.
  2. Baja Magia.

Llamando a una “alta magia” si hay una relación de “adoración a” o de “comunicación con” lo divino y llamando a otra “baja magia” si hay una relación “para la obtención de“ cualquier cosa. Esta utilización completamente diferente de los epítetos “alta” y “baja” me parecen mucho más significativos que los tradicionales.

Dicho de otra forma, el amor a vuestra mujer viene bajo la forma de la “alta magia”, mientras que cuando os arregla vuestra camisa, viene bajo la forma de “baja magia”.

Estas dos formas de magia pueden ser realizadas con o sin una gran ceremonia: la primera forma sería comparable al hecho de cortejar a alguien llevando nuestra mejor ropa, teniendo con nosotros todas las tarjetas de crédito. La segunda forma sería comparable, más bien, al hecho de llegar y ofrecer una preciosa concha que hubiéramos encontrado en la playa.

Así pues, en la Cosmología de Greencraft, la Magia es tratada a un tiempo con los procedimientos ceremoniales y no ceremoniales y ninguno de los dos tiene prioridad sobre el otro. En la Wicca Greencraft, hay con frecuencia una mezcla de las dos, tal como se observa claramente en nuestros ritos y rituales. Cuando comparamos magia ceremonial y magia no ceremonial, discutimos esencialmente sobre los mecanismos o medios de obtención de alguna cosa. Cuando comparamos “alta magia” y “baja magia”, discutimos sobre la manifestación o sobre el resultado final de aquello que hemos hecho. La Alta Magia trata, esencialmente, con las manifestaciones espirituales y la Baja Magia trata, esencialmente, con las manifestaciones materiales. Llegados a este punto, algunos ejemplos podrían ser pertinentes.

Fin de la 2ª parte

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