La Rueda del Año (Yule)

Yule es una de las festividades menores que nos prepara y anuncia lo que va a suceder en la siguiente festividad, Imbolc.

El solsticio de invierno es el momento de máxima oscuridad cuando llegamos a la noche más larga del año. Durante tres días el sol parecerá estar inmóvil en el cielo. Hasta este momento la oscuridad iba ganando terreno a la luz, pero en estos tres días ya no logra avanzar más y en cuarto días, aunque tímidamente, muy tímidamente, la luz comienza recuperar el terreno perdido.

El Dios que quita, el Rey Acebo pierde su batalla con el Dios que da, el Rey Roble. Poco a poco irá retrocediendo para dejar lugar a su hermano, que reinará durante la otra mitad del año.

Aun no es el momento del nacimiento, ni del resurgir de la Naturaleza, pero recordamos con esperanza ver cumplida la promesa del retorno de los días de verdor y abundancia. Es el momento en la Diosa misma renueva su compromiso y nos promete que habrá un ciclo nuevo. Que en Imbolc se encontrará con el Dios, que ha viajado en Samhain hasta Caer Arianrhod, para ser fecundada y desde el Mundo de la Muerte traerá nueva vida a este mundo.

En lo más oscuro del año brilla una chispa de esperanza, es por eso que tradicionalmente se apagan todos los fuegos de la casa, la chimenea se cubre con las cenizas del tronco de Yule del año anterior. En el momento en que la oscuridad es absoluta, cuando el frío se cuela por la rendijas y comienza a calar lo huesos se enciende el nuevo fuego, la luz ha vencido una vez más a la oscuridad. Y del nuevo tronco, que ha de ser lo suficientemente grande para arder durante los tres días que el sol esta estacionario, saldrán las cenizas que cubrirán el siguiente año la chimenea atrayendo así la buena suerte.

Yule Log 2También es un momento para intercambiar regalos, estos son también un símbolo de renovación. Ya que se escogen aquellas cosas que, aun estando en buen uso, han dejado de sernos útiles para buscarles un nuevo dueño que pueda darles vida nuevamente. Es una bella forma de honrar a quienes nos han servido, pues los objetos tienen alma.
Es un periodo de descanso para la Naturaleza y para nosotros. Va quedando lejos los días del bullicio del verano y la recogida de la cosecha y el trabajo de preparar y conservar está para el invierno. Ahora solo queda esperar junto al fuego. De recordar los proyectos del año anterior, de evaluar los logros alcanzado y planificar para el momento de la siembra. Tiempo para las leyendas y los mitos junto al cálido fuego.

Yule-Log

Gaia.

Alta Sacerdotisa de “El Caldero de Cerridwen” Greencraft

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.