Aguane, las Vile y las Seligen, guardianes de los bosques europeos.

Aguane

Aguane

Las hadas, como espíritus femeninos que son de la naturaleza, tienden siempre a proteger el medio en el que se encuentran. En los bosques europeos habitan unas mujeres de gran belleza encargadas de cuidarla naturaleza. Dependiendo de la zona en la que se encuentren se las denomina de un modo u otro. En Italia, en los Alpes, las aguane se alzan como las protectoras de su territorio; en los bosques de Europa Central son las vile las encargadas de que el ser humano no se adentre en sus dominios; mientras que en Austria, Alemania o Suiza, son las seligen las guardianas de sus bosques. En los Alpes Italianos las aguane son las encargadas de cuidar de los prados y las corrientes de agua. Son muy bonitas, con el pelo largo, pero no son tan hermosas como las damas verdes o las Vilas. Van ataviadas con pieles de animales y tienen un defecto, sus pechos son muy largos y sus pies están invertidos.
Las aguane, a diferencia de las otras guardianas de los bosques, son amables con el hombre y se reúnen con ellos, pero siempre que éstos se muestren cuidadosos con la naturaleza. Si una aguane sorprende a un hombre enturbiando sus aguas o tocando sus árboles, le enreda los pies con sus cabellos y lo arrastra al agua, ahogándolo. Dependiendo del daño infringido por el humano, la aguane puede llegar a llevárselo a su cueva para violarlo y luego devorarlo. Por el contrario, si una aguane se encuentra con hombres humildes y trabajadores que necesitan de su ayuda, la aguane trabajará para ellos en el campo o les dará conversación. Nunca hay que temer a la aguane si nuestras acciones son nobles. Las hadas leen en nuestra alma mejor que nosotros mismos. Mortales para el hombre suelen ser unas hadas de fascinante belleza que habitan en la Europa Central, las llamada vilys, vile o Vilas, en singular vila. Se reconocen a estas hadas por sus largos cabellos de color dorado o castaño rojizo, que pueden llegar a cubrirles los pies. Son esbeltas y flexibles, y sus ojos parece que brillaran. Como le ocurre a muchas otras hadas, pueden tener un defecto físico que contrarreste su belleza. En el caso de las vilas yugoslavas sus pies son de cabra.

Fuente: El Gran Libro de las Hadas (Libsa)

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