Paganos del siglo XXI: retomar nuestros orígenes para asegurarnos el futuro.

Hoy quiero hacer un pensamiento dirigido a todos aquellos paganos que se consideren reconstruccionistas. Investigando y aprendiendo sobre mi religión me encontré con este fragmento en un interesante libro:
«Plantear cualquier estudio sobre la Ideología separadamente del momento histórico en que se da, y, en consecuencia, al margen de la realidad económico-social de dicho momento y de las relaciones de producción imperantes en él, es caer indudablemente en un planteamiento meramente idealista del estudio de la Ideología.
Toda Ideología constituye una unidad indisoluble con los otros niveles de la realidad histórica, a pesar de que también dichos niveles posean su propia dinámica interna. No es posible un estudio separadamente de las ideas, esto es de la Ideología, que significaría pensar en una posible autonomía respecto a las otras instancias históricas. En este sentido hay que señalar que el sujeto de la historia es el hombre en sociedad, por lo que es imposible un estudio de las ideas como producción humana completamente separada del hombre viviendo en sociedad; esto es, inmerso en unas determinadas relaciones de producción, sobre las cuales se elabora una Ideología que las enmascara y reproduce a nivel de pensamiento.»
Religión e Ideología en el Imperio Romano de Alberto Prieto y Nicolás Marín.
Este pensamiento es una gran verdad que los paganos reconstruccionistas debemos asumir. Toda idea, incluidas las religiosas, está ligada a una sociedad y a unas maneras de vivir, pretender separar esas ideas de la sociedad en la que surgieron y otorgarles autonomía es como intentar que un pez viva fuera del agua, tarde o temprano esas ideas morirán.
Nuestras religiones paganas, las religiones de nuestros ancestros, son religiones que surgieron hace más de 2000 años, en unas sociedades principalmente agrícolas y con un modelo de producción distinto al nuestro. Los antiguos basaban su subsistencia en la agricultura y la caza, y tenían un modo de vivir fuertemente ligado a la tierra que los sustentaba. Su concepto del tiempo era mucho más pausado y paciente que el nuestro, pues todo se ceñía a velocidades alcanzables por métodos naturales. Todo era cíclico y constante en el tiempo y todo seguía el transcurrir natural. Estas sociedades estaban fuertemente ligadas a las fuerzas de la naturaleza, puesto que de ellas dependían para sobrevivir.
Nuestra sociedad, sin embargo, poco se parece a las sociedades paganas de antaño. Para empezar, el hombre actual vive muy desvinculado de la naturaleza de la que surgió. Hoy en día, las producciones agrícolas son masivas y están respaldadas por maquinaria y química que las asegura frente a las adversidades que puedan surgir. Esto ha hecho que el hombre ya no se preocupe por las fuerzas de la naturaleza, la sociedad se ha sumergido en las preocupaciones urbanas alejadas de lo natural y orgánico. Actualmente, nuestro tiempo es rápido, breve, la velocidad del mundo es vertiginosa y poco importan los proyectos a largo plazo, lo importante es el aquí y el ahora. Nos hemos desvinculado mucho de la naturaleza que nos rodea y que nunca ha dejado de mantenernos con vida.
Las religiones paganas que poco a poco vamos recuperando son religiones surgidas en sociedades que poco tienen que ver con la nuestra. Entonces, si estas ideas no son propias de nuestro entorno social y productivo, ¿se pueden recuperar las religiones paganas? ¿Se puede ser puramente pagano en el siglo XXI? ¿Tiene sentido el paganismo hoy en día?
El paganismo, considero, ha surgido como una manera de volver a nuestros orígenes, de mirar hacia atrás y ver lo que realmente somos, parte de la naturaleza. Vivimos en una sociedad con unos valores culturales, éticos y productivos alejados totalmente de las ideas de nuestros antepasados, y estos valores poco a poco se están volviendo más en nuestra contra, son poco humanos. Esto nos ha hecho mirar hacia atrás y observar de nuevo nuestros orígenes culturales que hemos vuelto a valorizar. Mirar hacia atrás nos lleva a una pregunta, ¿debo sólo mirar y aprender de lo que había antes? o, por el contrario, ¿debo no sólo aprender sino intentar volver a ser lo que éramos antes? Y esta pregunta, que parece sencilla, no lo es tanto.
Los reconstruccionistas basamos nuestras creencias en las ideas que tenían los antiguos sobre la religión, pero como hemos visto, esas ideas no pueden desvincularse de una sociedad, puesto que ha sido el hombre en sociedad lo que las ha producido. Teniendo en cuenta que nuestra sociedad no es la apropiada para estas ideas, ¿debemos volver a vivir como lo hacían nuestros antepasados para mantener nuestras ideas? Personalmente, considero que la respuesta es sí, pero en parte. Como paganos, debemos volver a mirar nuestros orígenes, volver a la naturaleza yobservar de nuevo sus ciclos, su vida, y saber que somos parte de ello. Debemos volver a recuperar tradiciones culturales que nos unen de manera pagana, como las fiestas populares, que en su gran mayoría son vestigios de antiguas fiestas paganas. Opino que debemos recuperar un modo de vida más acorde con lo que la naturaleza nos dicta y saber que somos parte de ella, no sus dueños. «Volver al orígen no es retroceder, quizás sea andar hacia el saber», dice Macaco en una de sus canciones. Creo que hay que volver a nuestros orígenes naturales pero sin olvidarnos de una cosa muy importante, vivimos en el siglo XXI. Vivir en este siglo debería ser de lo mejor que le ha pasado a la humanidad. Tenemos la capacidad y la tecnología, casi todos los avances que nos podemos imaginar en la palma de la mano, y debemos aprender a usarlos de manera responsable con el mundo que nos rodea. Gracias a Internet, son muchas las personas que nos hemos acercado al paganismo y que hemos podido avanzar en esta senda. Debemos saber valorar lo que el hombre ha creado, pero teniendo en cuenta que hay una tierra bajo nuestros pies que agoniza por nuestra culpa, y que por ese mismo motivo, debemos cuidar y evitar que se destruya.
Considero que si hacemos este esfuerzo el paganismo podrá resurgir renovado y con aires nuevos, que lo oxigenen y lo hagan lo que es, una espiritualidad del pueblo, de la naturaleza, un modo de ver el mundo de manera orgánica. Intentar retroceder 2000 años es imposible, pero cambiar la sociedad en la que vivimos hacia un sentimiento de responsabilidad y comunidad donde el paganismo tenga cabida es posible.
Debemos ser consecuentes con nuestras ideas paganas y estar orgullosos de ellas. Los paganos nos consideramos herederos de culturas milenarias que consideramos que pueden aportar una nueva manera de ver el mundo. Una manera que nos permita, congraciados con los dioses, ser lo que siempre hemos sido. Humanos.
Autor: Carlos Sánchez
Fuente: http://cvltvsdeorvm.blogspot.com/

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