Necronomicosas (Parte 3: Oraciòn a la Diosa Ishtar)

Oraciòn a la Diosa Ishtar
Otro texto extraìdo de: Magic That Works (Practical Training for the Children of light), F. Harrison y N. Shadrash.

 

PROPÓSITO: Esta oración es la llave que abre muchos de los serios rituales de este libro. La invocación de lo Divino es generalmente el primer y mayor componente, de cualquier ritual mágico extenso y parte de las prácticas regulares del mago. Previamente, hemos discutido cómo, en la magia, la Divinidad es la Luz de todas las Luces y que esta Luz es una encarnación del amor. La idea de que Dios es amor es un tema recurrente dentro de la comunidad espiritual. Es más que un simple dicho. Este amor llena el proceso entero de la práctica de la magia y es realmente lo que facilita y conduce la relación de trabajo entre los ángeles, los jinn, los espíritus y el mago. Es una relación construida con amor que se derrama desde la fuente unificadora. Esta relación es nutrida a través de nuestro trabajo con la Diosa del Amor. Mientras más fuerte sea su lazo como mago con la Diosa del Amor y la Reina del Cielo, más fructífera y real será su magia. Invocando a la Diosa del Amor vivificará su alma con el poder viviente del Espíritu Santo. Tener una conexión con la Reina del Cielo aumentará su entendimiento de los misterios de la creación que llamamos magia. Incluso aunque se asocia generalmente a la Diosa del Amor con la espiritualidad en el amor y el sexo, es también la llave para experimentar un vislumbre del paraíso y de los estados de bienaventuranza. Esta oración está basada en un texto angélicamente revelado conocido como el Códice del Amor. A través de la oración, usted abrirá su corazón y experimentará la Luz en su corazón y mente como un intenso amor. También hará a los seres espirituales más receptivos a su invocación mágica. En esencia, mientras más crezca su amor por la Diosa del Amor, más se traducirá este amor en ser amado por los habitantes espirituales de los reinos celestiales.

MOMENTO: Esta invocación es para recitarla sonoramente con profundo amor, melodía e intensidad de sentimiento, de tres a cuatro veces por semana, preferiblemente que el Viernes sea una de ellas. También se usa como apertura para el trabajo ritual mayor que implique convocar a los ángeles, jinn y otros espíritus.

NOMBRES DIVINOS: El mayor nombre Divino que aparece aquí es el nombre acadio para la Reina del Cielo y la Diosa del Amor. El nombre Ishtar se canta como si se invocara desde las profundidades de su alma, con el más profundo deseo y amor de su corazón. Otros nombres para la Diosa que identifican las diferentes facetas de la Reina del Cielo, aparecen hacia el final de la invocación. El mantra Anahuahi Ishtar Yahuahiana identifica a la Diosa como las facetas Yo, Él y Ella de la Divinidad, desde la perspectiva de la primera a la tercera persona. Este es un reconocimiento de que la Divinidad es infinita y todo abarcante en su inmanencia.

HERRAMIENTAS: Ninguna herramienta es necesaria para este ritual si se hace a solas o en medio de una agenda ocupada. Dentro de una estructura mágica ritualizada, usualmente los accesorios útiles seran una vela blanca o verde, dulce incienso, y las herramientas para la purificación y consagración, también un rosario o abalorio de cuentas.
PASO UNO: Purifique y consagre su área de trabajo y encienda una vela dedicada y algún incienso aromático dulce, tal como vainilla, rosa o mezcla de coco.

PASO DOS: Salmodie el nombre de Ishtar cuarenta veces, con voz melódica e invocadora. No intente vibrar el nombre. Salmódielo como un amante llamando desde la profundidad de su alma a su amada, con anhelo mezclado de dolor por la separación. Usted puede también salmodiarlo musicalmente o repetirlo reverentemente. Cualquier método con el que se sienta más cómodo, mantenga su mente centrada en la Diosa y más cercana a Ella y Ella más cercana a usted.

PASO TRES: Invocando a los cielos y al mundo a su alrededor, diga apasionadamente y con adoración: “¡Gloria! ¡ Gloria! Canto, O ángeles de amor divino. ¡Santo! ¡Santo! Contemplé una maravillosa visión; siete brillantes estrellas llevaban regocijadas a la Reina del Cielo y la tierra. Por Ella que es la Primera y la Última, a quien todos los ángeles adoran y alaban, destierro a Lilitu y los demonios del miedo, el odio, la falsedad y la cólera al mundo desde el que nada regresa. O Ishtar; Reina de las Estrellas, La Inmaculada, Luz Exaltada de los Cielos, mi corazón llora por ti. O Luz del Cielo y la Tierra, esplendor del universo, de semblante radiante, mi espíritu llora por ti. Hacia Ella todas las cosas caen postradas;” (póstrate) “Reina del Mundo, Creadora de todo lo que es, era y será, mi corazón llora por ti. A la Señora de los ángeles que recibe plegarias, mi cuerpo llora por ti. A la misericordiosa Diosa Ishtar, quien escucha la eternidad, mis pasiones lloran por ti.” (Elévate.)

PASO CUATRO: Colocando ambas manos sobre tu pecho y sintiendo amor por la Diosa y toda la vida en el mundo diga: “Ishtar, ¡O mi Señora! O mi Señora, enciende mi espíritu con la Luz, y despierta mi corazón con el Amor Eterno.” (Repita tantas veces como pueda mientras siente su amor creciendo con cada repetición.)

PASO CINCO: Diga en un modo melódico de oración: “Oid, O Ángeles, el llanto de Vuestra Reina: He dado la brillantez de mi corona a las estrellas. He dado la visión de mis ojos a gatos y leones. He arrojado mi lanza al dragón y desatado la pasión. He dado las cuerdas de mi arpa a mis hijas y hecho sus voces dulces a las huestes del cielo. He colocado las plumas de mis alas sobre la balanza del juicio para pesar los corazones de los difuntos. He hecho mi sangre correr en las venas de los santos y profetas, y mis símbolos adornan cada fe. Soy la llama oculta en toda religión, y a mí todo regresará.

¿Es esa verdad la que tus labios pronuncian, O amante? ¿Es esa pasión la que tus dedos buscan tocar, O amante? ¿Es ese éxtasis el que despierta tus sentidos, O amante? ¿Es el Cáliz de Intimidad tu vino, O amante? ¿Sabes lo que pregunto? Lo que pregunto a tu corazón, ¿palpita con Su nombre? Lo que pregunto a tu sangre, ¿lleva Su respiración? Lo que pregunto a tus mejillas, ¿conocen tus lágrimas? Bendito seas, O amante, que sabes esto. Tú eres el salvador de los corazones y una fuente de gozo. Ella es tu esperanza y tú eres Su vida. Esto es el amor, así que escuchad bien, O oídos, y contemplad, O ojos, la historia del Rey y la Reina. ¿Quién viene entre el amante y el Amado? Yo soy el Amado y tú eres mi amor. Ellos dicen dioses, yo digo Dios. Ellos dicen Padre, yo digo yo soy. Yo soy tu Padre y tu Madre. Soy el Rey y la Reina. Soy lo que soy. Soy Yahuah. Soy Ishtar. Soy el primero y soy el último. Soy tu respiración y tu suspiro. Soy la lágrima y el llanto. Oigo tu plegaria antes de que tus labios la pronuncien. Soy amor y cólera. Soy justicia y verdad. No tendrás otros dioses ante Mí.”

PASO SEIS: Invocando a los cielos y al mundo a su alrededor, diga apasionadamente y con adoración: “Santa eres Tú, Reina del Cielo y la Tierra. Santa eres Tú, la reveladora y ocultadora; ¡Tu nombre es Luz! Santa eres Tú, Ishtar, la Reina; Aima Elohim, la Madre Creadora; Shekinah, la Divina Gloria; Sofía, la Sabiduría; Diosa del Amor, Vida, y Luz, por cualquier nombre que Te llame, nunca podré pronunciar Tu belleza. Mi alma está en Tus manos. Todos los ángeles adoran. Todos los espíritus sobre la Tierra adoran. Todo lo que está en los Cielos adora. Todo lo que está en medio adore a la Reina. Que todos los ángeles de la Luz, estén en el Cielo o en la Tierra, desciendan sobre mí, cantando Tu nombre, Anahuahi Ishtar Yahuahiana. (Ana-hua-hi Iiii-shtaaaar Ya-hua-hiaaaaanaaaa. Vibre este último nombre con voz melódica mientras alcanza los cielos con ambos brazos.)

Fuente: http://necronomicosas.com

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