Mitos falsos sobre Bast

Cuando comencé a estudiar a Bast en su contexto original egipcio, de cara a una posible devoción, me encontré ante un vacío inmenso. Una negrura casi total envuelve a esta Diosa. Al igual que ha sobrevivido mucha información sobre otras deidades egipcias, como Isis, culto del que disponemos invocaciones, cánticos y letanías, no sucede lo mismo con Bast.

Por muchas razones. Una de ellas es que durante muchos años, su culto oficial no se extendió por todo Egipto y se centraba exclusivamente en la ciudad de Bubastis. Aunque con el paso de los años se la veneró por todo el Nilo, desgraciadamente no han sobrevivido sus templos, y por lo tanto, más detalles que nos hagan atisbar algo sobre su culto.

Es por ello que sólo disponemos de algunos relatos, como los de Herodoto describiendo su templo o su festival anual, así como los escasos restos arqueológicos de los que disponemos (como estatuillas de Bast en su forma de gata). También se la nombra brevemente en el famoso Libro de los Muertos. Y ahí termina su rastro.

Creo que por este motivo, surgen todo tipo de leyendas en torno a esta deidad, y que gracias a Internet, empiezan a ostentar un estatus de verdades absolutas, cuando sólo se trata de mitos falsos.

Unos se vienen a bajo fácilmente, cuando se estudia la historia, la religión y el pensamiento egipcio. Para descubrir otros, hace falta ser más perspicaz o tener suerte.

Presento aquí una pequeña lista de mitos falsos, para que el estudiante de esta deidad no comience con ideas erróneas sobre Ella.

Bast nunca ostentó este título en el Antiguo Egipto. En realidad es una idea más tardía, cuando se la asoció a Artemisa. Antes de la Época Ptolemaica, la luna siempre se relacionó con el Dios Heru o a otros Dioses masculinos. Es erróneo nombrar a Bast como Diosa lunar sólo por su asociación con los gatos y su nocturnidad. Aunque puede ser válido y funcionar, nunca tuvo ese título.

Son muchas las webs en la red, que contienen invocaciones a Bast, y muchas veces reclaman para sí el título de “antigua invocación”. Curiosamente muchos de estos supuestos textos antiguos comienzan con un sonoro saludo; Mau Bast!

Como comentaba anteriormente, no han trascendido invocaciones de esta Diosa, por lo que ninguna es verdadera o puede reclamar para sí el título de antigua invocación.

Soy partidario de crear mis propias invocaciones. Es un trabajo precioso que ayuda a conectar con la deidad. Es una ofrenda más a tu deidad. Pero siempre sabiendo qué estás diciendo.

Algunas fuentes señalan a que los antiguos egipcios llamaban mau a los gatos. En realidad en Kemético es miw.

Según otros, el egiptólogo Budge, tradujo mau como “ser parecido a”. Estudios más recientes sobre jeroglíficos, apuntan a que mau significa “aspecto”. Aún no he encontrado una referencia clara a esto, pero sea como sea, desde que Budge publicara su libro sobre transcripciones geroglíficas, el estudio del lenguaje del Egipto Antiguo ha evoluionado muchísimo, cambiando muchas de las primeras traducciones que Budge realizó.

De cualquier forma, no tiene mucho sentido saludar a la deidad diciendo; Aspecto, Bast!

N.T. Tengo que decir que en mi trabajo personal con Bast, yo también cometí el error de decir Mau Bast en mis invocaciones. Esto no supuso un obstáculo en mi trabajo. Pero creo necesario saber el origen de las cosas y saber qué estamos haciendo.

De entre la multitud de títulos que Bast poseía, este no estaba entre ellos.

La única fuente escrita de la que disponemos en la que se hace referencia al título de Diosa del placer es un suplemento del manual del juego de rol Advanced Dungeons & Dragons.

Y no es broma.

Seguiremos informando.