LA WICCA: INVENCIÓN MODERNA Y SU FUSIÓN CON EL OCULTISMO Parte 2

(DIFERENCIA CON LA BRUJERÍA ANTIGUA)
Fuente: Robin Artisson

CONTEXTO CULTURAL
En este punto es cuando la seriedad y la autenticidad salen a relucir. Es muy común en círculos
wiccanos escuchar invocaciones a “Pan y Thor, y Lilith y Ganesh” o cualquier otro conjunto de
dioses que el coven sienta que debe invocar. La idea de que todos los dioses son “uno” hace
que los wiccanos se sientan inclinados a invocar a cualquier tipo de deidad que estimen
oportuno, sin tener en consideración la autenticidad del contexto histórico-cultural donde el
culto a dichas divinidades surge. En la Brujería Tradicional, especialmente la de las Islas
Británicas, la cultura de la gente y de la tierra, determina el contexto cultural de la tradición.
Por este motivo, el Arte Tradicional es parte de una tierra en concreto, de su gente, y de su
historia. La Wicca, como invención moderna y como mezcla de ideal ocultistas de oriente y
occidente, carece de tal base. Muchas tradiciones de la Brujería Tradicional de las Islas
Británicas tienen un bagaje anglosajón o germánico, y tras éste, una memoria folklórica de la
cultura celta. Las tradiciones escocesas e irlandesas tienden a ser más celtas en contexto. Los
mitos y símbolos paganos, y los iconos de tus antepasados hablan un lenguaje importante que
el espíritu entiende. Además, estos símbolos y mitos están siempre en contacto con la realidad
interna de tu tierra de nacimiento y tu familia. Lo importante aquí es entender que nunca se
debería tomar símbolos culturales al antojo de uno, sin consideración y respeto.

BONDAD Y LUZ
La Wicca, como entidad moderna, y con una mayoría de seguidores urbanos, ha perdido gran
parte de la conexión con la Naturaleza y la Tierra. La Wicca se suele presentar como una
religión de ‘bondad y luz’ que venera a la Diosa Naturaleza como a una madre amorosa, y
donde la realidad invisible es un lugar de poder positivo que está lleno de espíritus benéficos.
Esta visión desequilibrada, con un enfoque casi exclusivo sobre lo maravillosa, bella y buena
que es la Naturaleza, no es precisamente, la forma en que nuestros antepasados entendían la
vida. Ella es ambas cosas, buena y cruel, sustentadora y asesina. Hay una gran oscuridad
inherente en la Naturaleza, tanto en el mundo natural como en la esencia de los espíritus, los
dioses y los humanos. Los espíritus dañinos y destructivos son una realidad, así como lo es
también el hecho de que la “diosa” pueda sustentar a sus hijos, pero también devorarlos. La
Wicca suele ignorar esta oscuridad, prefiriendo abordar sólo el lado de “la bondad y la luz”.
Quizás esto pueda tener sentido, a nivel psicológico, para aquellas personas urbanas que a
penas han experimentado lo duro que puede ser a veces vivir mano a mano con la Naturaleza.

INTRUMENTOS DE TRABAJO
Siendo fieles al sistema de magia basado en la Golden Dawn, las herramientas que la Wicca
usa son la copa, el pentáculo, la daga y la varita, representando los cuatro elementos
herméticos. El “círculo mágico” trazado está basado en los bien conocidos círculos herméticos
de los grimorios de la alta magia, como son las Llaves de Salomón, también usado
extensamente por la Golden Dawn. La “Invocación de los Cuartos” está basada en la magia
Enoquiana de John Dee, también resucitada por la Golden Dawn. Las bujas/os tradicionales no
suelen usar un set formal de herramientas, aunque a la verdad poseen ciertos implementos,
dependiendo de la tradición. El sistema de los cuatro elementos no es común, aunque algunos,
influenciados por pensamientos orientales o herméticos, pueden que contengan trazas del
mismo. De todos modos, las herramientas usadas en la Brujería Tradicional difieren de
aquellas usadas en la Wicca. Los brujos tradicionales suelen usar horcas bifurcadas, escobas,
calderos, cuerdas, calaveras (de humanos o animales), martillos, espejos, piedras, cuernos, etc.
Lo más esencial en todo caso, suele ser el fuego que se enciende en un lugar de poder. Los
círculos nunca se trazan a la manera wiccana, si es que ha de trazarse alguno, pues no siempre
es esencial. El término tradicional para referirse al círculo es “compás circular”, aunque los
lugares de poder, muy frecuentemente sirven para trabajar en ellos sin necesidad de “crear un
círculo”. Los espíritus de la Tierra son invocados para atender el compás circular o bendecir la
reunión, y los fuegos son encendidos. Estos son los elementos necesarios en la mayoría de los
trabajos tradicionales. La idea es que la Tierra ya es sagrada… uno no necesita “consagrar” la
tierra. Simplemente nos adentramos en ella.

LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE
La Wicca cree firmemente en un modelo de reencarnación y evolución espiritual muy similar al
de los hindúes o budistas. Obviamente, esta es otra importación teosófica que Gardner añadió
a la religión que él creó. En verdad, el renacimiento, más que reencarnación, es casi una
creencia universal entre muchos pueblos, pero eso no significa que el concepto oriental sea
aplicable a la definición de renacimiento que tuvo el pueblo europeo pre-cristiano. En la
Brujería Tradicional, existe la noción de que el alma o espíritu entra en otra realidad o plano de
existencia después de la muerte. Esta transición normalmente supone un regreso a los poderes
de la tierra, para morar con los antepasados o convertirse en algún espíritu guardián, o
simplemente volver a ser parte de la dimensión espiritual de la Naturaleza. A partir de este
estado, un re-nacimiento dentro de tu familia próxima o pueblo puede ser posible, pero esto
es un misterio. Todo ser, ya sea mineral, vegetal o animal, tiene alma o dimensión espiritual.
Además, los espíritus de la Tierra también son los espíritus de los muertos, por ello, la
Naturaleza es venerada en múltiples niveles. A través de la aplicación de los ritos del Arte
Antiguo, el alma puede alcanzar un nivel más elevado de existencia y llegar a morar entre los
“Invisibles” después de la muerte.

LA BRUJERÍA TRADICIONAL
Dicho todo esto, la Brujería Tradicional es un conjunto de prácticas que toma su simbolismo,
estética e inspiración de los registros históricos que sobrevivieron, y de la hechicería pagana
germánica y post-anglosajona de las Islas Británicas, así como de las varias imágenes que
surgieron en torno a la figura de la bruja, desde su etapa inicial, hasta finales del siglo XVIII. En
realidad, poco tiene que ver con rituales de fertilidad o feminismo radical que protagonizan la
Wicca. Tiene más que ver con las metafísicas sobre la relación entre el mundo Visible y el
Invisible y el despertar de los estados de trance que permiten el contacto con los poderes y los
extraños seres que moran “en” la Tierra. Contactos con los muertos y con otras figuras
primarias que existen en las penumbras de “El Otro Lado”, aquellas que fueron descritas como
“Dioses” por los antiguos. La Brujería Tradicional es experimentar el aspecto oculto de la
Naturaleza, el otro lado de la vida, más allá de cómo normalmente la percibimos. Un portal
que se abre paso desde el mundo de la lógica y el orden, para entrar al mundo sin tiempo,
oscuro y sin sentido. El tránsito de un mundo al otro no suele ser fácil para la mente, y puede
ser perturbador y difícil. Es un camino que no está hecho para el curioso, ni para el que tenga
demasiado arraigo y confianza en las seguridades del mundo “racional” y “normal»:

 

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