La mujer Celta

Nadie habla, porque no conviene, que existió una civilización en Europa  Occidental[i] la CELTA, que antes y en los comienzos de la era cristiana, la mujer no conoció de feminismo, ni machismo, ni matriarcado

/patriarcado, y por supuesto, menos de tener la necesidad  de  luchar por sus derechos, sus espacios.

Vivían en un sistema de igualdad de derechos y deberes como los hombres.

Desde el nacimiento ambos sexos eran criados juntos, recibiendo la misma educación cultural y espiritual, compartían sus juegos, así como el aprendizaje de oficios y eran igual de garridas al momento de entrar en guerra.

Entre los derechos que luego el derecho romano y el cristianismo se ocuparon de prohibir y por sobre todo censurar en la historia universal, estaban:

* El derecho a elegir a su hombre, nadie podía imponerle un casamiento. Que las leyes celtas incluían renovación del contrato matrimonial, al año de haberse casado.
* Que existía el “divorcio” con repartición de bienes equitativos. Manteniendo cada uno sus bienes propios y repartiendo los que hubiesen incrementado durante el matrimonio.
* Que el divorcio no era algo vergonzoso o mal visto por el resto de la sociedad, así como el concubinato o lo que hoy conocemos como tener una amante durante el matrimonio.

Entre los registros del historiador Diocasius,[ii]  y también lo toma Julio Cesar en sus relato sobre «La guerra de las Galias», refiriéndose peyorativamente  a la costumbre  de compartir una mujer entre varios hombres. Lo  documentando  es una entrevista entre Julia Domna, esposa del emperador Severo[iii]  y una mujer caledonia. La patricia habla sobre la libertad con que las mujeres de su pueblo conceden lo que los celtas llamaban «la amistad de los muslos». A lo que la caledonia (celta) responde “que los modos de su pueblo son superiores a los de los romanos puesto que en su pueblo todo se hacía de una manera directa y abierta. Ellas, las mujeres de su pueblo podían juntarse descaradamente con el más magnífico de los hombres mientras que las romanas, con el secreto que sus falsos valores que la respetabilidad imponía, tan sólo podían encontrar amantes entre aquellos a quienes no arredraba complacerse en alianzas furtivas,  os dejáis ser seducidas en secreto por el más vil o por quien más pague por vos… »

La “amistad de los muslos” consistía en la libre elección de un hombre de su agrado, para aparearse, sin moralinas, ni tapujos y sin conllevar con ello ninguna responsabilidad por parte de uno o del otro. Sin que esto implicase juzgamiento alguno por el resto del clan o tribu.

* La mujer administraba sus bienes, comercializaba, podía iniciar causas legales si fuese necesario.
* Al tener el deber y el derecho de recibir educación,  las mujeres, al igual que los hombres, llegaban a ejercer la medicina;  y según su capacidad y vocación alcanzaban los rangos de druidesa, poetiza, legisladora, educadora, jefe militar, comerciante, instructora en lucha y en armas, llegando a obtener el jerarquía de “Mujer Sabia”.
* Tenían mucha dignidad, eran trabajadoras incansables, alegres de por sí, voluntariosas,  porque ello formaba parte de su tradición, al igual que el ser una bravía para enfrentar tanto la dureza del trabajo del campo, cuidado del ganado, sembrado o el rigor de la lucha.
* Poseían la virtud de actuar como fieras ante la adversidad o las obligaciones y luego convertirse  en seductoras “sirenas encantadoras” a la hora del amor. Del descanso o de las fiestas.
* Coquetas por excelencia, obsesivas por su limpieza personal  (convengamos que se le atribuye a los celtas el invento del jabón) y estética personal. Expertas en la generación de diferentes cosméticos para dar color a sus pálidos rostros. Tenían especial cuidado en la elección y diseño de sus prendas, que ellas mismas confeccionaban y adornaban,  en forma recargada, con los más diversos objetos en piedras, oro o bronce. Excesivas al igual que los hombres en el uso de elementos de joyería, como collares, pulseras, anillos, adornos para el cabello.

Lamentarse por lo que pudo ser y no fue, de poco sirve. Pero no puedo dejar de cuestionarme sobre ¿Cómo hubiese sido la historia de la humanidad si el tipo de sociedad céltica hubiese predominado?

Al menos queda el consuelo que hasta más allá del siglo XV, en Irlanda, la mujer logro custodiar su independencia e igualdad con el hombre, manteniéndose emancipada y valorada por sus cualidades. Situación que en gran parte perdura.

Por último, investigando la historia de las grandes mujeres, de los últimos siglos, por, “casualidad o causalidad”,  coinciden en tener herencia y genética celta. Un ejemplo solo de Argentina,  Eva Perón y María Estela Martínez de Perón provienen de genética céltica. Camila O´Gorman, Cecilia Grierson, María Elena Walsh, Madame Lynch (Paraguay) y si nos trasladamos  a Europa tenemos desde Juana de Arco hasta las Presidentes de Irlanda, la musa inspiradora de las teorías de Engels y Marx, la amante de Luis XV, etc. hay una extensa lista de mujeres “diferentes” que hacen honor a su herencia céltica o influencia céltica [iv].

¡Qué increíble! , pensar que fueron las únicas mujeres de la historia que no supieron de feminismo ni machismo, que no tuvieron que luchar por sus espacios. Y como se ocultó su historia.

Por último, un dato más, la rebelión de mujeres en la fábrica textil Cotton de New York, donde fallecieron calcinadas 146 mujeres, estuvo encabezada por mujeres inmigrantes irlandesas es decir celtas.

Creo que las CELTAS merecen un espacio especial en el  Día Internacional de la Mujer, puesto que es una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los actos de valor y decisión de mujeres comunes que han desempeñado una función extraordinaria en la historia. Se merece ser conocida la historia de quienes fueron libres por siglos.

Susana Shanahan

Periodista y escritora

Especializada en temática Céltica e Irlandesa

[i] Comenzaron a habitar en el centro y el norte de Europa  2.000 años antes de Cristo. Extendiéndose entre el 1.500 y el 900 a.C. por las Islas Británicas, norte de Francia, parte de Suiza y norte de Italia, llegando a  España en el 800 a.C. [i]Podría considerarse que su periodo de mayor expansión fue entre el siglo III y el I a.C. Aunque en lugares como Irlanda permaneció por varios siglos mas[i].

[ii]Dión Casio (150-225 d. de C.)

[iii] Severo (193-221 d. de C. )

[iv] Se puede incluir a la madre Teresa de Calcuta por la influencia recibida de la cultura celtica ya mezclada con la católica. Es que desde  pequeña fue educada en un convento en Irlanda y ella misma declaro que fue ahí donde comprendió que existía  de otra manera la religión y la misión en la vida que debía llevar. Desde una libertad de acción, y nivelación de la guerrera y la pacifista.

 

Fuente: facebook a traves de Lara Centeno

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