ESA PARTE MÁS OSCURA DE LA RUEDA

arboles secosCuando llegamos a la festividad de Mabon comenzamos a introducirnos en la parte más oscura de la rueda, hemos celebrado los grandes fuegos de Beltane y también hemos vivido el esplendor de Litha y el apogeo del Sol en Lammas, pero la tierra nos advierte que debemos recoger las ultimas cosechas, nuestro alrededor comienza a teñirse de tonos marrones anunciando ese periodo de oscuridad y muerte de Samhain. Podemos percibir como gradualmente los días empiezan a ser más cortos, vemos como muchas aves migratorias viajan hacia el sur buscando el calor que ya no encuentran en las tierras del norte, la naturaleza nos está avisando del cambio de ciclo, es una época en la que miramos con nostalgia al pasado más reciente, sabemos que el Dios Sol comienza su ocaso y en cierta manera muchos paganos comenzamos a sentirlo en nuestro interior, el trabajo ya está hecho y la cosecha realizada, es hora de meditar y pensar en la rueda que se ha ido y preparar la siguiente.

Nos estamos acercando a Samhain, una de las festividades más importantes para los paganos junto con Beltane, es el comienzo de una nueva rueda, la tierra ya ha dado todos sus frutos y las temperaturas caen drásticamente, la muda de las hojas de los árboles que comenzó en Mabon es más que evidente, los arboles están semi-esqueléticos, y los tonos marrones se vuelven muchos más oscuros.

Podríamos decir que en la cúspide de Samhain es en la que empezamos a percibir ese frio invierno que nos está avisando de que Yule se acerca, ya no hay flores en el campo, la hierba está seca y los arboles están completamente cadavéricos, las nieves y las heladas ha convertido una tierra blanda fértil en una tierra dura e inerte, los animales vagan por el bosque buscando la poca hierba fresca que nace de las pocas horas de luz que nos otorga el día y otros directamente han pasado a invernar para poder despertar de nuevo en primavera, la tierra inactiva sabe que tiene que morir para después renacer de un sueño profundo del cual le tocara despertar.

Los vientos del norte susurran que nos acercamos a Yule los días se han vuelto muy grises las horas de luz pasan fugazmente las cuales se aprovechan al máximo cuando la niebla y la nieve no los permite, las noches sin luna son terriblemente largas y nos recuerdan la época oscura en la que estamos inmersos, las noches de luna llena son antagonistas de los largos días de sol del verano, en la luna de las noches largas en lo alto del cielo estrellado su luz hace brillar el hielo del campo de esa tierra que parece muerta pero que realmente está dormida esperando ese despertar, el Rey Roble esta agonizante y el Rey Acebo reclama su derecho a reinar.

rey acebo

Es muy normal que todos ansiemos la llegada de Yule, queremos que la tierra vuelva, que comience a renacer es algo que la mayoría de la tradiciones y muchas religiones del mundo celebran, sabemos que esta época del año es dura, pero no es eterna, es uno de los ciclos que la tierra sufre y vive, es en la muerte y en el nacimiento donde más se siente una vida, por eso encendemos ese roble en nuestras chimeneas calentado ese hogar y celebrando ese resurgir de la tierra que de nuevo comienza a latir, aun tenue, en Yule, y que el proceso de esa tierra inerte y dura comenzara a revertir para volver a ser blanda y fértil, la semilla ya está plantada y pronto veremos como esa llama de vida vuelve a darnos luz a la llegada de Imbolc.

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