La Ruedad del Año (Imbolc)

En pleno invierno, en la parte oscura de año, celebramos la luz. La rueda del año es una consecución de hechos. En Samhain el Dios nos deja para viajar el mundo de los muertos, que no es otro que el mundo de lo no manifestado, para encontrarse con la Diosa en Caer Arianrhod.

Es aquí donde la corteja y donde la pareja se une íntimamente para generar la nueva vida que ha de renacer. Es la fiesta de la concepción. La fiesta de la promesa del retomo, del despertar de la vida.

En la quietud del invierno donde la tierra permanece fría y yerma podemos ver pequeñas señales que nos indican que en lo más profundo se va produciendo un cambio. El sol ya ha comenzado su camino de retorno al norte y los días han comenzado a ser más largos. En esta fecha ya es algo que se puede apreciar. Las cigüeñas comienzan su regreso anual y las ovejas empiezan a parir sus corderos y a producir leche, cuando los desteten las nieves se habrán retirado y los primero brotes de hierba fresca será su nuevo alimento.

Vivimos en el mundo de la manifestación o el mundo de la forma, pero la vida se gesta en mundo de lo no manifestado, este mundo es todo potencia, todo posibilidades y todo lo que es, ha sido y será, así como todo lo que pudo ser. Pero también es el mundo de los espíritus.

La Diosa, con sus tres aspectos, es el eje, el umbral que da acceso de uno a otro mundo. La anciana Sabia llevo de su mano al Dios de la Vida y lo entroniza como el Señor de Muerte. Y es el Señor de la Muerte quien se encuentra con la Doncella a la que se entrega, la corteja y con la que se concibe a sí mismo. Y será la Madre quien lo alumbre de nuevo, retornado como el Dios de la Vida.

Es por esto que esta festividad está dedicada a la Brillante, la Excelsa, la Señora de la Triple Llama, Brigid. Y por tanto es una festividad del fuego y de la luz.

Tradicionalmente en este día se consagraban a Brigid todas las velas que se iban a utilizar en el año y al caer la noche se enciendan todas las luces de la casa, y se dejaban encendidas hasta el amanecer. Recordemos que la principal iluminación de las casas, hasta hace relativamente poco, era .por velas o lamparillas de aceite. Los alimentos principales en esta festividad eran, y es, la leche y el queso.

Es un buen momento para los augurios, elaborar amuletos de protección, como la Cruz de Brigid, y también marca el comienzo de la purificación y de la limpieza de primavera

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